«Sr. Consejero de Sanidad de Castilla y León de próxima incorporación, hay que abordar la organización de los servicios sanitarios sin demora, y eso quiere decir unos pocos meses. Eliminar tareas inútiles y adecuar la realización de las necesarias. Y todo ello creo que lo puede usted lograr apoyándose en los trabajadores de los centros de salud de Castilla y León».
«Pregúnteles a ellos, a todos, organice grupos de trabajo que elaboren propuestas y verá que, al igual que en la década de los ochenta en la Comunidad Autónoma de Castilla y León se diseñó y se llevó a efecto la Reforma de la Atención Primaria que luego se extendería a toda España, ahora lo podemos volver a hacer, con nuestro conocimiento, imaginación, voluntad y valentía. Estamos a tiempo».
Con esta reflexión terminaba la carta abierta dirigida a un desconocido consejero de Sanidad a finales de junio del 2019. Unos días más tarde era nombrada para el cargo la Dra. Verónica Casado, médica de Familia de reconocido prestigio.
Después de años en los que, «hartos ya de estar hartos», nos habíamos aburrido de esperar los cambios y el liderazgo necesario en el sistema público de salud de Castilla y León, hemos acogido la llegada de la consejera Dra. Casado con ilusión y esperanza, porque sabemos que tiene capacidad profesional y conocimientos suficientes para dirigir la adecuación del sistema a las necesidades y retos de estos tiempos.
Tras la publicación del documento marco Nuevo modelo de asistencia sanitaria en el medio rural, han comenzado las críticas y las alabanzas provenientes de un partido u otro, a nuestro entender, ambas cosas desafortunadas. Se trata de un documento marco que precisa un desarrollo al que permanecemos muy atentos. La Atención Primaria en el medio rural necesita ser renovada para ser suficientemente eficaz y responder a las necesidades de la envejecidísima, escasa y dispersa población de los pueblos castellanos. No hay que olvidar que la buena atención sanitaria no es más que una de las condiciones para que las gentes puedan vivir en los pueblos, que otras administraciones tienen que implicarse, que la solución solo vendrá si hay un trabajo coordinado de los organismos locales, provinciales, autonómicos y nacionales. Pero introducir el modelo de pugna política al uso en este debate es, cuando menos, torpe y malintencionado. Aquello de «si tú lo dices y no eres de mi cuerda, entonces esto está mal o bien, si eres de los míos…».
Sanidad, Educación y Medio Ambiente necesitan de encuentros, pactos y acuerdos, y no críticas sin argumentos… Pero esto nos llevaría a un debate que no es el motivo de esta carta.
Sra. Consejera, queremos hacerle llegar nuestra confianza. El deseo de participación y colaboración en este cometido tan ilusionante y necesario de la renovación de la atención sanitaria, en particular, de la Atención Primaria castellano-leonesa, para prestar el adecuado servicio a los ciudadanos. Entendemos que esta tarea no debe demorarse, si bien precisa calma, sosiego y consenso, acuerdos que provengan de la razón, del conocimiento y de la sensatez, de la imaginación y de la valentía.
«A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas, no hallarás tales seres en tu ruta si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo» (Kavafis)