Hace unos días los salmantinos tuvimos ocasión de escuchar la conferencia de Daniel Sánchez Gutierrez, expresidente de la Asociación Memoria y Justicia de Salamanca, sobre D. Casto Prieto Carrasco, en el ciclo “Amigos de Unamuno represaliados”. Sería importante poder asegurar que todos los salmantinos saben quién fue el Dr. Casto Prieto y que los usuarios y trabajadores del Centro de Salud del barrio San José de Salamanca, que lleva su nombre, saben que además de médico de la Beneficencia del Ayuntamiento de Salamanca, fue Catedrático de Anatomía de nuestra Universidad y Alcalde de la ciudad durante cuatro años, en dos periodos. Fueron preocupaciones importantes como alcalde el abastecimiento de agua, los saneamientos y el alumbrado de la ciudad. El Alcalde Casto Prieto fue uno de los primeros represaliados, fusilado en el monte La Orbada por los sublevados, antes de finalizar el mes de Julio de 1936 junto a José Manso, diputado y líder socialista.
Daniel Sánchez nos hizo un perfecto retrato de Casto Prieto, desde todos sus ángulos. Como médico de la Beneficencia del Ayuntamiento de Salamanca durante 6 años, supo muy bien que era la beneficencia y quiénes eran los beneficiarios de ella. En palabras del conferenciante llevaba dentro de sí el virus de la intolerancia a la injusticia.“La beneficencia, decía Casto Prieto, es la respuesta a la injusticia social”. En la Casa del Pueblo de Salamanca el 15 de Febrero de 1924 dijo: “…para los espíritus progresistas el pauperismo es el resultado de una injusticia, y la beneficencia viene a ser la reparación de esa injusticia; pero una reparación imperfecta, y además una burla sangrienta cuando la beneficencia se ejercita como una limosna.”
Pauperismo es la situación de pobreza de una parte de la población, lo que ocurrió en España en la primera mitad del siglo pasado, en la época de Casto Prieto. Situación en la que se encuentran algunos países del tercer mundo. Situación en la que se puede llegar a encontrar una parte de la población española si las desigualdades siguen aumentando. Con el pretexto de la crisis se implantaron los recortes en prestaciones sociales, los copagos en sanidad y los estragos del paro que en algunas familias afecta a muchos, incluso a todos, los miembros, por lo que puede que llegue a ponerse de nuevo en marcha la beneficencia y que los ayuntamientos tengan que contratar los servicios como los del Dr. Casto Prieto. La beneficencia pública prácticamente ha desaparecido en las últimas décadas, pero se ha mantenido la mal llamada beneficencia privada (caridad). Y, a propósito de esto, merece la pena recordar la frase de Concepción Arenal: “Antes es la justicia que la caridad”
Seguramente Casto Prieto hubiera pertenecido a la ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA. Tal vez tengamos que hacerle Socio de Honor a título póstumo