Acceder a una plaza en una Facultad de Medicina española, está al alcance de aquellos chavales de 16 años que estén dispuestos al esfuerzo necesario para conseguir una nota media de 9 en bachillerato y selectividad. Por el camino se queda gente. No podrán ser médicos: no eran lo bastante «buenos» («sólo» sacaron un 8).
Para los que entraron, vienen seis años más de estudio inmenso. Acabada la carrera, preparación intensiva del examen MIR para iniciar 5 años de formación en la especialidad a la que se pueda optar según notas de carrera y MIR.
Son 14 años preparándose. Se necesita todo un corredor/a de fondo para llegar hasta aquí.
Es la nueva generación de médicos y médicas que sacarán adelante la sanidad en los próximos 30 años.
Cuando la normativa europea (año 93) hizo obligatoria la formación especializada, se entendió que el MIR era solo para distribuir las especialidades, puesto que el número de plazas tenía que ser igual al número de alumnos que salían de las facultades y éste, acorde a las necesidades de médicos (si se hubieran previsto).
Este año, ya se presentaron al MIR , 13.500 para 6900 plazas (2/1) De los que consiguieron plaza, el 45 % proceden de países extracomunitarios. Vienen con expedientes máximos (que no han sido ponderados), incluso con la tesis doctoral leída. Como requisito basta con solicitar la homologación de título y el permiso de residencia. Las mismas academias de preparación del MIR se encargan del trámite; está «incluido en el precio».
El Estado Español va a gastar mucho dinero en formar a estos especialistas que en gran parte, regresarán para ejercer la medicina privada en su país, o bien, ocuparán plazas aquí.
¡Siempre fuimos quijotes! Pero ¿qué pasa con el pool de médicos sin formación especializada que se está generando? Cuando se formó el tapón de médicos en paro de los años 80, podían trabajar, aunque de forma muy precaria, pero ahora la ley no lo permite.
Asistimos de nuevo a una planificación de las necesidades de médicos basada en la ley del péndulo.
Concha Ledesma El Adelanto 24 abril 2010