Una forma de saber que una información médica es «fiable» es el hecho de aparecer publicada en revistas de prestigio internacional, el cual, les viene de que los trabajos allí publicados han pasado por filtros de calidad metodológica y son representativos del estado del conocimiento sobre el tema. Se partía de la base de que los investigadores tenían independencia a la hora de diseñar sus ensayos clínicos, acceso al total de los datos y libertad para publicar sus hallazgos. Posteriores análisis sobre los mejores entre esos estudios selectos dan el fundamento a la llamada Medicina Basada en la Evidencia (la evidencia de una ciencia independiente).
En los últimos años parece ser que con demasiada frecuencia, las empresas determinan el diseño de los estudios, retienen parte de los datos y condicionan la publicación de los resultados a que sean favorables a sus intereses. Esto es así, en tanto que financian la investigación, de forma que los ensayos clínicos que se llevan a cabo por investigadores independientes ligados a la universidad o a organismos públicos son cada vez menos y están siendo sustituidos por organizaciones de investigación por contrato cuyas condiciones controlan los patrocinadores.
Las principales revistas médicas del mundo, están tratando de poner límite a esta situación que mina la confianza de sus lectores (que son los profesionales que tienen en sus manos la práctica clínica del día a día) en la seriedad de lo publicado y se han puesto de acuerdo para exigir garantías de independencia a los investigadores que solicitan publicar sus trabajos. Una buena medida.
Concha Ledesma.
Pubicado en «El Adelanto», 1 Diciembre 2001