Queridos alumnos de la Facultad de Medicina que hoy celebráis vuestra fiesta de graduación. En primer lugar, quiero felicitaros por haber sido capaces de cumplir, a pesar de las muchas dificultades, el objetivo que os planteasteis hace 6 años: ser médicos. Después de haber superado los 540 créditos, ya obsoletos, me pregunto cuál será vuestra opinión sobre la institución, el sistema de enseñanza, el plan de estudios, los contenidos de las materias impartidas y los que os hemos dado clase. Tal vez hoy digáis algo… Es probable que muchos de vosotros estéis decepcionados por la enseñanza que habéis recibido. Sería necio por mi parte no reconocer que se pueden hacer mejor las cosas, mucho mejor.
En la Facultad de Medicina todavía tenemos una enseñanza fundamentalmente teórica cuando lo deseable sería que fuera eminentemente práctica como exige el Proceso de Bolonia ya en marcha. La mayoría de los profesores hemos creído que nuestra asignatura era la más importante de la licenciatura y, con frecuencia, hemos olvidado la coordinación que se precisa en este proceso de adquisición de conocimientos. Las prácticas hospitalarias siguen siendo insuficientes y salpicadas de múltiples inconvenientes. Habéis pasado muchas mañanas en un hospital universitario sin objetivos docentes claros para los alumnos de licenciatura. Un hospital en el que, con frecuencia, molestaba vuestra presencia porque entorpecía la labor asistencial diaria. Confío en que el convenio Universidad-Sacyl, en fase de preparación, contemple la solución de estos problemas que ahora existen. Y también confío en que el retrasado plan director dé cabida a los estudiantes que al día siguiente van a ser los residentes y profesionales del hospital. Menos mal que en el examen MIR todavía solamente se valoran los conocimientos y no las habilidades y competencias como sería deseable. Deseo que las frustraciones que hayáis podido tener en estos años de estudiantes no dejen huellas en vuestra vida profesional.
Pablo de Unamuno. El Adelanto 3 Mayo 2008
En la Facultad de Medicina todavía tenemos una enseñanza fundamentalmente teórica cuando lo deseable sería que fuera eminentemente práctica como exige el Proceso de Bolonia ya en marcha. La mayoría de los profesores hemos creído que nuestra asignatura era la más importante de la licenciatura y, con frecuencia, hemos olvidado la coordinación que se precisa en este proceso de adquisición de conocimientos. Las prácticas hospitalarias siguen siendo insuficientes y salpicadas de múltiples inconvenientes. Habéis pasado muchas mañanas en un hospital universitario sin objetivos docentes claros para los alumnos de licenciatura. Un hospital en el que, con frecuencia, molestaba vuestra presencia porque entorpecía la labor asistencial diaria. Confío en que el convenio Universidad-Sacyl, en fase de preparación, contemple la solución de estos problemas que ahora existen. Y también confío en que el retrasado plan director dé cabida a los estudiantes que al día siguiente van a ser los residentes y profesionales del hospital. Menos mal que en el examen MIR todavía solamente se valoran los conocimientos y no las habilidades y competencias como sería deseable. Deseo que las frustraciones que hayáis podido tener en estos años de estudiantes no dejen huellas en vuestra vida profesional.
Pablo de Unamuno. El Adelanto 3 Mayo 2008