Ha muerto Marciano Sánchez Bayle, médico pediatra, incansable luchador en defensa de la sanidad pública y una buena persona, en el sentido machadiano del término: “más que un hombre al uso que sabe su doctrina, fue, en el buen sentido de la palabra, bueno”.
Profesionalmente ejerció como pediatra, fue jefe de sección de Pediatría en el Hospital Niño Jesús de Mdrid desde1977 hasta 2018, vicepresidente de la internacional Association of Health Policy y miembro fundador de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, su presidente, su portavoz y lo que se necesitase a cada momento.
A lo largo de su vida, Marciano, además de su dedicación profesional. como pediatra, consagró sy tiempo y sus esfuerzos a defender el sistema sanitario público con su activismo incansable. Siempre, en todo momento, estuvo donde se l quería y necesitaba. Dotado con un pensamiento analítico excepcional, capaz de realizar análisis serios y responsables de la situación sanitaria en todo momento, alzó su voz para impulsar la Ley General de Sanidad y la creación delSistema Nacional de Salud tras la aprobación de la misma, y posteriormente en defensa de la sanidad pública, denunciando las recortes y privatizaciones con atentados a la calidad del sistema y a la equidad , participando en todas las luchas profesionales y ciudadanas como las «mareas blancas», lo que le valió la dsicrimianción profesional por la Comunidad de Madrid a la que venció en los tribunales.
Marciano era muy querido no solo por su compromiso profesional y social sino por tratarse de una persona accesible, afable y siempre dispuesto. En el momento de su muerte creo que es una persona de aquellas a los que se refería Bertolt Brecht cuando escribía: «Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”. Marciano Sánchez Bayle era de estos últimos.
Mi recuerdo para él, mi sentimiento de dolor para acompañar a Marisa su mujer y para su hijo, y mi recuerdo para sus compañeros de la FADSP. El mejor homenaje será continuar su lucha para defender y mejorar el sistema sanitario público. Adiós Marciano. Gracias por todo, gracias por tanto.