Apelando a la responsabilidad y al buen hacer de los profesionales.
Pocos veces como ahora tiene tanto sentido en lo que se refiere al sector de la Sanidad Pública hablar de «racionalización y optimización de los recursos». Eso, en el día a día del ejercicio de nuestra profesión, se traduce, además de en el indispensable análisis de las estrategias y programas en general, en una gran cantidad de pequeños movimientos, de decisiones aparentemente poco importantes.
Desde aquí, dada la situación de crisis que padecemos y teniendo también en cuenta el coste ecológico que supone el uso de algunos productos en el mundo sanitario, es un buen momento, primero para felicitar a aquellos compañeras/os que día a día, contribuyen a la mejora y racionalización en la utilización de los productos. Captar la atención de aquellos, que no han caído aún en la cuenta del gran patrimonio que con el esfuerzo de todos hemos construido en el sector sanitario, y por eso de la crisis, animarlos a subirse al carro, que sin escatimar recursos, nos lleve por el camino de la optimización de los mismos, hacia un buen control del gasto público. Seguro que todos podemos hacer algo. Un poquito de atención a las pequeñas cosas, recordemos el dicho popular de» muchos pocos hacen un mucho», me estoy refiriendo a ese uso diario de guantes y pinzas concretos, esas gasas precisas, esa mascarilla adecuada y no otra, esa ropa innecesaria, ese papel, agua, esa electricidad que no se apaga,…. Comida inutilizada, en fin, no hay nadie que no sepa de qué hablo. Esto es un llamamiento a la responsabilidad individual de cada uno.
Y complementar ese celo con la siempre positiva pedagogía a impartir a nuestros «clientes», a los pacientes, enfermos y acompañantes de enfermos que nos visitan, para que el uso de los materiales y servicios fueran, del mismo modo, los adecuados.
Clara Argüello. El Adelanto 30 Mayo 2009