Qué quiere el ciudadano cuando demanda un servicio sanitario? Quiere que le cojan enseguida el teléfono y le contesten con amabilidad, que le den cita a la hora que le vaya bien, no tener que esperar mucho para ser atendido, que una vez en la consulta se le dedique tiempo, se le trate con simpatía, se le escuche mostrando interés, se le den soluciones o consejos para sus problemas de salud, personales, sociales, familiares o laborales, que se le realicen rápidamente todas la pruebas diagnósticas, que no haya listas de espera para consulta especializada o que estas tengan una duración razonable, atención inmediata a las urgencias, poder elegir médico, especialista, hospital,…
Pues bien, a la vista de los resultados del estudio publicado el pasado mes de abril: “Confianza en el Sistema Nacional de Salud”, realizado por la Universidad de Harvard y la Universidad Autónoma de Barcelona, parece que casi todos estos deseos son satisfechos por nuestra Sanidad Pública, ya que en sus conclusiones destaca que los ciudadanos españoles estaban satisfechos con los servicios médicos y sanitarios recibidos por ellos o sus familiares en el último año, siendo la espera el principal problema detectado. El nivel de satisfacción fue superior respecto al de los encuestados en EE UU e igual al de los británicos.
Preguntados por la inversión económica en asistencia sanitaria los encuestados consideraron que era insuficiente; pero, ante un hipotético problema de sostenibilidad financiera del Sistema Nacional de Salud, no se mostraban dispuestos a contribuir directamente al incremento de dicha dotación y sólo uno de cada siete estaba dispuesto a pagar más impuestos. Sin embargo, uno de cada cuatro españoles ha contratado una póliza privada o una mutua de seguros médicos como medio para evitar las listas de espera lo cual representa un grave peligro para el Sistema pues pondrá en duda algunos conceptos globales del mismo. ¿Es esto lo que queremos?
José Luis Garavís. El Adelanto 6 Mayo 2006