Iniciamos el año con la puesta en práctica de los espacios libres de humo. Bienvenida sea una norma que beneficia la salud de los ciudadanos, ya se sabe que la inhalación de humo del tabaco es causa de mortalidad, morbilidad y discapacidad en no fumadores, aunque nos cueste acatar las prohibiciones. La evidencia científica ha demostrado de forma clara y contundente la relación entre el humo del tabaco y numerosas enfermedades y bastante se ha retrasado su aplicación. La medida viene acompañada de la subida del precio del tabaco aunque falta la financiación de los medicamentos para dejar de fumar para completar algunas de las propuestas del Dr. Barrueco apuntadas en esta misma columna. Desde que se puso en marcha la Ley 28/2005 de medidas sanitarias contra el tabaquismo se han conseguido efectos muy positivos y se considera que es la intervención más importante en materia de Salud Pública que se ha llevado a cabo en nuestro país.
Otras leyes aún se encuentran en la cartera de la Sra. Ministra de Sanidad pendientes de conseguir su aprobación: Ley de muerte digna y de cuidados paliativos, prescripción de enfermería, etc.
El recorte del presupuesto se ha notado en la Ley de Dependencia.
El año que comienza no presenta buena cara. El paro se ha incrementado y eso no es bueno para la salud. La pérdida del nivel socioeconómico se relaciona con un mayor nivel de estrés y este conlleva un incremento de aquellas enfermedades relacionadas con los estados de ánimo pero también con otras como las enfermedades crónicas. No conozco recetas milagrosas ni creo que existan pero como recomienda la OMS no conviene recortar la financiación de los sistemas sanitarios en los tiempos de crisis y no se pueden desaprovechar las inversiones realizadas. El problema de la crisis es el desconcierto que nos produce. Pero incluso en estos tiempos hay que ser optimista y pensar que la situación final será mejor que la de partida.
Mª Teresa Muñoz. El Adelanto 8 Enero 2011