Se cumplen 2 semanas desde el fallecimiento de nuestro amigo y compañero Angel Sala Sánchez-Castillo, con intenso sufrimiento y después de más de 30 años dedicados a paliar enfermedades cardiacas a pacientes del Hospital Universitario. Creo justificado interrumpir el estilo de nuestra columna semanal, por segunda vez en 3 años, para dedicar un recuerdo sincero a un gran médico que nos enseñó muchas de las primeras artes de nuestra profesión; alguien que ha convivido con nosotros tanto tiempo y al que nunca en su larga vida profesional he vislumbrado un mal gesto. Es maravilloso poder decir escort frankfurt de quien ha trabajado contigo 25 años que nunca has podido discutir con él, que sólo te ha dejado buenos recuerdos y una gran dedicación.
Siempre que nos deja un ser querido tendemos a resaltar el lado positivo de su existencia pero en este caso del Dr. Angel Sala sólo recuerdo cosas buenas. Han sido casi 30 años de disfrutar de un hombre fundamentalmente bueno, culto, inteligente, tolerante, sereno, escort hamburg de gran competencia profesional y con una encomiable capacidad de comunicación. Ha fallecido una gran persona, un magnífico profesional.
Hace 3 años le escribía a nuestro mutuo compañero Luis Castaño, poco antes de abandonarnos, que la vida a veces parece no tener sentido. Reitero que la vuestra sí lo ha tenido para todos nosotros. Gracias por tu amistad. Como a Luis te digo que hasta el lugar más remoto llegará escort berlin el eco de nuestro cariño y agradecimiento por haberte conocido, trabajado contigo y disfrutado de la serenidad que irradiaste a tu alrededor. Recibe nuestra gratitud, la de tus pacientes y compañeros de la Sanidad Pública.
No te olvidaremos.
Maximiliano Diego. El Adelanto 13 de Septiembre de 2002