La Sociedad Española de Dermatología declaró recientemente que los pacientes deberían acudir directamente al dermatólogo sin pasar previamente por el médico de atención primaria. La cuestión ha surgido ya antes con otras especialidades. Es un tema de la mayor importancia. Nos jugamos mucho en ello.
Posiblemente una de las claves de que el sistema sanitario público español pueda cubrir el 100% de las necesidades a un precio tan bajo es el filtro que supone la atención primaria, con unos profesionales que cada vez en mayor número están capacitados para resolver muchas patologías de las distintas especialidades, siempre que no necesiten pruebas especiales.
Hay ventajas no solo económicas sino sanitarias en el trabajo de los médicos de primaria, cuyas características, muy distintas de las del trabajo de los especialistas, le permiten tener una visón de conjunto (integral) del paciente y por otra parte, le obligan a trabajar con cierto nivel de incertidumbre que «libra» al paciente de muchas pruebas hasta que no se muestran totalmente necesarias, en cuyo caso, ya sí, será derivado a un especialista.
Otra cuestión no desdeñable es el aumento en el tiempo de espera para consulta de especialidad que supondría el acceso directo.
Sin embargo existe otra cara en la moneda que es necesario poner también sobre la mesa: La población demanda que se tenga en cuenta su tiempo. Es necesario que el sistema facilite el acceso a los servicios a la población activa que es además quien lo mantiene, mejorando la oferta de horarios y la resolución de problemas en el mínimo de visitas y algunas técnicas como la optometría podrían tener acceso directo.
Concha Ledesma.
Publicado en «El Adelanto», 9 Septiembre 2000