Explica la Lógica que una causa produce un efecto cuando si sucede la causa sucede el efecto y si no sucede la causa no sucede el efecto. Veamos unos ejemplos.
Causa: La política de contrataciones de la Junta de Castilla y León y la dinámica de la bolsa de empleo de Atención Primaria (AP) han sido tan cicateras, que una legión de profesionales se está marchando a otras comunidades en busca de un trabajo más estable, mejor retribuido y regulado sin tanto nepotismo. Efecto: Las ausencias de personal serán cubiertas (ya está ocurriendo) acumulando cupos médicos, lo que mermará la eficiencia y capacidad resolutiva, hipotecando gravemente la calidad de la oferta asistencial. Causa: Debido a la masificación de las consultas el tiempo medio que los médicos de AP dedicamos a nuestros pacientes es de 5 minutos, el más bajo de Europa. Efecto: Profesionales “quemados”, medicina defensiva, incremento de derivaciones a atención especializada, listas de espera interminables, pacientes cabreados, o peor, agresivos.
Causa: El médico de AP dedica la mitad de su tiempo a tareas administrativas (cumplimentación de cientos de recetas de una en una, decenas de partes de baja semanales con múltiples datos que nada tienen que ver con la actividad médica, emisión de volantes para revisiones a capricho del servicio hospitalario correspondiente, manejo del TAIR con su lector de tarjetas y sus pegatinas y todo, etc.). Efecto: lo médicos son, probablemente, los administrativos mejor pagados de toda la Administración, pero deben escatimar tiempo para la realización de actividades preventivas, de promoción de la salud, formación e investigación.
Pero, aclara la Lógica, que la relación causa-efecto es compleja y hay excepciones. Un ejemplo: Causa: Se está produciendo un grave deterioro de la asistencia sanitaria pública en Castilla y León. Efecto: Los responsables son botados, con “b”, por los ciudadanos. Cosas de la Lógica y de la Gramática
José Luis Garavís. El Adelanto 28 enero 2006