Abre la boca y te diré a qué clase social perteneces.
La salud buco-dental, a pesar de formar parte de la salud integral de la persona, ha estado siempre fuera de los servicios prestados por la sanidad pública; no se consideró importante en los tiempos en que se creó la S.S. y con el Servicio Nacional de Salud tampoco se quiso tocar un ema muy instalado en el sector privado y así asumido por los ciudadanos.
La ventaja que podría tener para el «consumidor» la ley de la libre competencia del sector privado, queda neutralizada por la práctica gremialista que conlleva un férreo control de precios, horarios, etc. por parte del colegio profesional correspondiente.
Así pues, el acceso a los cuidados de la boca no está al alcance de todos y las diferencias sociales se ven ahí más claramente que en los bienes de consumo. El estado de la boca es un excelente indicador del nivel social tanto individual como de una población.
Muchos cuidados básicos y no sólo las extracciones y la prevención de la caries infantil, deberían ser ofrecidos por la Sanidad Pública.
Los dentistas, por otra parte, si quieren ejercer la solidaridad, como dicen, podrían bajar sus precios en lugar de subirlos.
Concha Ledesma. El Adelanto 11 Febrero 2000