Desde hace meses los medios de comunicación, la Iglesia católica y algunas asociaciones ciudadanas dedican importantes esfuerzos a noticias relacionadas con la Eutanasia o a escenarios dudosamente semejantes a ella. Este esfuerzo mediático es excesivo respecto a la realidad del problema.
Cuando por terribles circunstancias tenemos la desgracia de llegar a plantearnos estas situaciones, la decisión no supone tanta dificultad como parecería por las continuas noticias que leemos sobre el tema.
El Hospital de Leganés, con honestos profesionales comprometidos en protocolos, avalados por el comité de ética, en paliar el dolor y la angustia de muchos pacientes terminales, con tremendo sufrimiento y sin posibilidades de curación, padece la hipócrita criminalización de sus trabajadores, obligándoles a nuevos comportamientos que sólo irán en perjuicio de futuros pacientes, victimas de una medicina defensiva.
Si los medios de comunicación o los intereses políticos y propagandísticos no cejan en su empeño de criminalizar a los que solo buscan lo mejor para cada situación clínica concreta, corremos el riesgo de que los sanitarios terminen viendo al paciente como a un enemigo y no como alguien impotente ante su sufrimiento, que necesita de nuestra ayuda para paliar parcial o completamente su padecimiento.
Contrariamente, podría dedicarse un poco más de esfuerzo mediático y político a verdaderas deficiencias del sistema de atención sociosanitaria.
Maxi Diego.
Publicado en «El Adelanto»,2 abril 2005