La Sanidad Pública es uno de los servicios esenciales para el mantenimiento del estado de bienestar y la buena salud de la población general en nuestro país.
Los servidores públicos de la sanidad, sanitarios y no sanitarios, somos también valedores de los principios de equidad y accesibilidad inherentes a nuestro Sistema Nacional de Salud.
El reciente recorte en gasto social acometido por el Gobierno de la Nación va a afectar, a varios niveles, a la salud de la población:
1º. Puede disminuir el actual gasto sanitario por habitante ya de por sí insuficiente y por debajo de la media de la Unión Europea.
2º. Disminuye el nivel de renta de los pensionistas, y este, como es sabido es uno de los determinantes clave del estado de salud sobre todo se las personas con niveles económicos mas bajos.
3º. Retrasa y deteriora la aplicación y las prestaciones de la Ley de Dependencia, elemento básico de la atención sociosanitaria.
4º. Además y aunque inicialmente se anunció un recorte en el precio de los medicamentos de marca, finalmente y cediendo a las presiones de la industria farmacéutica, está medida no se va aplicar y ha sido sustituida por un sistema de retorno de un porcentaje de los ingresos de la industria, cuya eficacia en la reducción del gasto farmacéutico publico es mucho menor y nula en los que respecta al gasto privado.
Por ultimo, hay que señalar el grave error que supondría además, cualquier aplicación de copagos en la asistencia sanitaria pues tal y como hemos señalado reiteradamente, supondría un impuesto a la enfermedad y una barrera al acceso a la atención sanitaria para la personas mas enfermas y con menor renta. Y todo ello en un contesto de crisis económica y con alta tasa de paro que los hace más injusto e insolidarios.
Desde la FADSP abogamos por una retirada de estas medidas de recorte y el incremento del gasto sanitario y social para situarnos en la media de las prestaciones de la UE-15.
En Cádiz a 30 de mayo de 2010.