LAS DERIVACIONES A LA PRIVADA MULTIPLICAN EL GASTO SANITARIO EN SALAMANCA Y NO REDUCEN LA LISTA DE ESPERA
Aunque curados de espanto por las noticias que día a día traen los medios de comunicación respecto a la Sanidad en nuestro país y en nuestra Comunidad Autónoma, no ha dejado de su portada : «Sacyl dispara el gasto al multiplicar el desvío de operaciones a la privada». Se refieren al gasto en asistencia especializada en Salamanca y la causa es que en cuatro años las derivaciones de pacientes desde el sistema público a la privada fuera de la provincia se multiplicaron por siete, se derivaron 79 pacientes en 2007 y hasta 531 en 2010. No tenemos datos de 2011 pero sabemos que continua la progresión . Hay más, las derivaciones dentro de la provincia, también aumentaron, concretamente,un 60%.
Las intervenciones que más se derivaron fueron las de cataratas (el coste por proceso es de 807 euros) y las prótesis de cadera (6000 euros). Hay que hacer cuentas. La razón podría estar en el aumento de la lista de espera y la posibilidad por ley de derivar a la privada cuando la espera quirúrgica pasa de 180 días; pero curiosamente la lista de espera solo mejoró en dos días de media (de 42 a 40) en todo el año 2010 a pesar de los esfuerzos derivadores o deberíamos decir, privatizadores. Para remate y siempre según el periódico, los programas de operaciones de tarde en el sistema público han sufrido paros porque, al llamar a los pacientes programados, resultó que estos ya se habían operado fuera. En estas ocasiones el quirófano quedó inactivo por una falta de comunicación generadora de costes económicos añadidos.
Desconocemos si el problema referido se debe a la intención de promocionar las clínicas privadas o solamente se trata de un problema de mala gestión por desinterés o ineptitud. Cualquiera de las dos posibilidades se nos antojan muy graves sobre todo en momentos como el actual de importante déficit (ya sabemos el motivo de éste) y cuando se están exigiendo sacrificios a los profesionales con la disculpa de sostener el sistema público (¿de verdad creen en él nuestros gestores?) y se están recortando actividades y servicios que van a repercutir de forma muy negativa en los pacientes de nuestra provincia.