Hace ahora un año que se publicó el «Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones». Los resultados no se han hecho esperar: el gobierno, en un documento sobre los últimos recortes que acaba de enviar a Bruselas, presume de haber dejado ya sin derecho a la asistencia sanitaria a casi 900.000 emigrantes. Con la excusa de la crisis – «los que están en contra del Estado de Bienestar nunca desaprovechan una buena crisis». Naomi Klein-, se rompió uno de los principios que regía nuestra Sanidad Pública y del que estábamos orgullosos: el principio de UNIVERSALIDAD.
Pero no debemos preocuparnos, esto les pasa por ser pobres y emigrantes sin papeles, por haberse quedado sin trabajo, sin recursos y sin tarjeta sanitaria, por ser «no ciudadanos», por ser «insignificantes», en término acuñado por Gustavo Gutiérrez Merino (filósofo peruano, teólogo). Aunque, con más seis millones de parados, cerca de dos millones de hogares con todos sus miembros sin empleo, más de la mitad de los jóvenes sin trabajo y sin ninguna esperanza de encontrarlo en los próximos años, es probable que el número de «insignificantes» se incremente considerablemente. Si la crisis se prolonga y todo parece indicar que va para largo, ¿serán ellos los siguientes en ser excluidos del sistema?
Si además, gracias a los recortes (¿o debemos llamarlos medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad y mejorar la calidad y seguridad de las prestaciones?) las listas de espera se alargan hasta límites que ponen en peligro la EQUIDAD; si los propios recortes, indiscriminados, realizados solo bajo criterios economicistas, están dañando irremediablemente la CALIDAD de la asistencia; si se ha iniciado el camino de los copagos (en medicamentos, transporte sanitario, ….) y por tanto la GRATUIDAD también se empieza a cuestionar, ¿quién puede dudar todavía que se ha iniciado un desmantelamiento en toda regla a nuestra sanidad pública?, y esto no afectará sólo a los «insignificantes».
José Luis Garavís. El Adelanto 5 Mayo 2013