Dicen nuestros gobernantes que la crisis ha hecho necesarios e imprescindibles recortes en sanidad y educación, sobre todo debido a que el gasto en sanidad no estaba controlado y era imprescindible acometer reformas urgentes para hacerlo viable. Nuestra administración autonómica está muy satisfecha porque sin privatizar la gestión como en Madrid ha contenido el gasto sanitario.
Pero ¿a costa de qué?.
Parece de Perogrullo decir que el objetivo de la sanidad es dar una atención sanitaria a la población. Pero no, ahora el objetivo ha cambiado, se ha convertido en controlar los presupuestos en sanidad publica, sin entrar en qué calidad tiene y si consigue cubrir la atención sanitaria de la población. La sanidad tiene problemas, ya tenía problemas antes de la crisis, que son los que realmente hay que solucionar y en los que parece que no interesa entrar. El mapa sanitario en atención primaria es el de hace 25 años, que a todas luces no se corresponde con la realidad, con un medico en pueblos de menos de 100 habitantes y consultas masificadas en la capital; pero nadie quiere tener el desgaste político que piensan conlleva actualizarlo. Existe un sistema informático que es un desastre y nadie cambia de una vez. La historia electrónica unificada entre primaria y especializada suena a ciencia ficción. En atención primaria, cuando un compañero sustituye a otro, las demoras se van a siete días. La receta electrónica acabaría con parte de esta masificación evitando consultas administrativas innecesarias pero nadie la pone en marcha. Los tiempos de espera para ser atendido por un especialista se alargan en el tiempo hasta hacerse inoperantes en algunas especialidades, ya no digamos la demora para realizar algunas pruebas complementarias. Parece que a nadie le importa la calidad de la atención al paciente en la consulta, la formación continua de los profesionales, en definitiva la calidad de la sanidad publica, no , lo importante es ahorrar. Y efectivamente hay que ahorrar en gastos innecesarios pero es inevitable utilizar ese ahorro para invertir en sanidad, contener el gasto para poder solucionar los auténticos problemas que es lo único que hará que la sanidad sea viable y de calidad. Por mucho que ahorremos, hasta que nuestros políticos y gestores no “se metan de patas” a solucionar los auténticos problemas de la sanidad, conseguirán contener el gasto, pero la sanidad publica se caerá sin remedio.
José Generoso Gomez Cruz
También en www.saludadiario.es