Como otros años, escribí la carta a los Reyes Magos pidiendo lo que me parecía más necesario en materia de sanidad para nuestra provincia. Ellos me dejaron una nota diciendo que lo considerarían. Ya veremos… Les preguntaba si habían tenido problemas para dejar sus camellos en los alrededores del hospital cuando estuvieron el pasado día 5 en Pediatría, aunque supongo que les tendrían sitio reservado. Les invité a que fueran cualquier día por la mañana entre las 9 y las 13 horas, y ya verían…
Les pedí que, por favor, la apertura del Centro de Especialidades de Ciudad Rodrigo, no se retrasara ni un mes más y que de verdad cumpla con el fin para el que está diseñado.
Para el Plan Director del Hospital Universitario de Salamanca (HUS) no pedía nada. He sido egoísta, solamente pensé en mí y en muchos otros. Pedía que nos infundieran un poco de fe para creer que realmente se va a llevar a cabo, para que nos volvamos a ilusionar como hace varios años. Luego se llevará a cabo o no, pero, al menos, que tengamos esa ilusión.
Les comentaba a Sus Majestades que el convenio entre la Universidad y el Sacyl lleva más de 12 años de vigencia y que consideraran si ya está trasnochado. Entre otras cosas el convenio podría contemplar que todos los médicos del HUS fuesen profesores asociados para poder dispensar asistencia y docencia de manera uniforme.
Les preguntaba que qué les parecería coincidir con Papá Noel en una casa en el reparto de regalos. ¡Vaya chasco! Esto venía a cuento por el hecho de coincidir en un profesional la dedicación a la medicina pública y a la privada. Les sugería que intercedieran, en Las Alturas, para resolver este conflicto.
Con mi carta, les dejé la lista de propuestas de soluciones con que la ADSP de Salamanca había concluido el taller, realizado hace ya más de un año, sobre las Urgencias en el Hospital Universitario. Les pedí, por favor, que dejaran dicha lista en los zapatos de los responsables sanitarios.
Les decía que los profesionales de la sanidad necesitan urgentemente un sistema de incentivación, como podría ser la instauración de la carrera profesional, para que aumente la ilusión y el interés de los que los han perdido.
Y algunas cosas más…
Pablo de Unamuno.
Pubicado en «El Adelanto», 7 Enero 2006