Nos pasa a todos cuando acudimos a los hospitales. Buscamos lo sustancial, lo que nos alivie o lo que nos cure. A nosotros o al familiar al que acompañamos. Deseamos ponernos en manos, cuanto antes, del profesional de la salud que pueda dar solución o término a nuestras dolencias. Por eso, no tienen, en general, la consideración que se merecen, esos otros profesionales que se ocupan de los aspectos burocráticos, de la intendencia o del apoyo logístico y que desde la sombra llevan a cabo un papel importante para la recuperación de nuestro bienestar.
Desde aquí, quiero reivindicar la tarea irreemplazable y decisiva que realizan día tras día todos esos compañeros y junto a esta manifestación de justo aprecio también la expresión de sentido pesar por los que recientemente nos han dejado. Su recuerdo, como magnificas personas y buenos profesionales nos acompañara siempre.
Invito a compañeros y usuarios del hospital a reflexionar sobre la importancia de la labor que llevan a cabo tanto el personal de admisión, celadores, cocina, limpieza, mantenimiento, almacén, administración… que con una formación amplia en otros campos no directamente relacionados con la enfermedad, logran crear el ambiente y el espacio adecuado para que esas recuperaciones o curaciones puedan darse.
En cierto modo, son como los encargados de poner en marcha y vigilar que no se pare todo el sistema que procura y posibilita que se cumplan los objetivos sanitarios. Son los que, de manera invisible, casi imperceptible, también nos cuidan y nos curan.
Desde aquí, quiero reivindicar la tarea irreemplazable y decisiva que realizan día tras día todos esos compañeros y junto a esta manifestación de justo aprecio también la expresión de sentido pesar por los que recientemente nos han dejado. Su recuerdo, como magnificas personas y buenos profesionales nos acompañara siempre.
Invito a compañeros y usuarios del hospital a reflexionar sobre la importancia de la labor que llevan a cabo tanto el personal de admisión, celadores, cocina, limpieza, mantenimiento, almacén, administración… que con una formación amplia en otros campos no directamente relacionados con la enfermedad, logran crear el ambiente y el espacio adecuado para que esas recuperaciones o curaciones puedan darse.
En cierto modo, son como los encargados de poner en marcha y vigilar que no se pare todo el sistema que procura y posibilita que se cumplan los objetivos sanitarios. Son los que, de manera invisible, casi imperceptible, también nos cuidan y nos curan.
Clara Argüello.
Pubicado en «El Adelanto», 6 Diciembre 2008