El paciente es lo primero. Los pacientes son el eje del sistema. Todo lo hacemos pensando en el paciente… Y podríamos seguir con multitud de frases que enuncian esta intención de que el sistema sanitario se orienta al paciente. Y efectivamente, los pacientes, los ciudadanos son tanto los propietarios del sistema de salud, como su razón de ser y, sobre todo, los dueños de sus decisiones en salud.
Pero estas frases se quedan muchas veces en un brindis al sol, en una mera declaración de intenciones, si analizamos como funciona en la práctica el sistema de salud.
Y no todas las deficiencias de funcionamiento son achacables a ese ente, a veces intangible, que llamamos «la Administración», todos ponemos nuestro granito de arena. Bien es cierto que cuanto mayor capacidad de decisión, mayor responsabilidad activa o pasiva se tiene.
Por ello, cuando vemos la ausencia de horarios pensados para la gran mayoría, las consultas acumuladas o masificadas, el trato a veces displicente con el paciente, los déficits de información, los recortes en la financiación, la primacía de intereses privados o particulares sobre los generales, las listas de espera desproporcionadas, la toma de decisiones sin contar con la ciudadanía… vemos tantos y tantos hechos en los que la realidad desmiente crudamente que el paciente sea el eje del sistema.
Compromiso. Compromiso de la Administración, legislando y gestionando, dando prioridad a estos intereses, aunque sea impopular entre algunos colectivos profesionales o empresariales. Compromiso de los profesionales, no asumiendo de forma imperturbable situaciones que son o pueden ser lesivas para los pacientes. Compromiso de los pacientes, no consumiendo inadecuadamente recursos. Y compromiso de la sociedad en general, sancionando de forma efectiva la irresponsabilidad.
El hospital psiquiátrico de Asgard, en una pequeña localidad noruega, ha puesto en marcha a instancias de las autoridades sanitarias una unidad donde el paciente psiquiátrico elige, decide libremente, tomar psicofármacos o no hacerlo y seguir otras pautas terapéuticas. Las relaciones horizontales han sustituido al paternalismo tradicional. En palabras de un responsable médico regional, «la opinión del paciente es tan valiosa como la del médico».
Esto es un ejemplo serio de compromiso. Y en un área difícil, muy difícil.
¿Que hace falta financiación y disponibilidad de tiempo? Seguramente, pero, ante todo, hace falta compromiso.
Miguel González Hierro