Todos los años, los médicos rurales damos cuenta al Servicio Territorial de Sanidad, del estado y necesidades de nuestro consultorio local, respondiendo dócilmente a la encuesta detallada que se nos solicita y con la vana ilusión de que será este año, el que recibiremos las dotaciones necesarias. Así que, por nuestra parte, están bien informados de los consultorios que faltan por construir o remodelar, que son al menos 160 es Salamanca, y de los que tiene defectos estructurales, fundamentalmente, humedades, mala instalación eléctrica, falta de aislamiento exterior, inexistencia de consulta de enfermería independiente, y falta de calefacción; suele hebr un convector de aire caliente con el que es imposible llegar a los 20º adecuados. Además, parte de los consultorios que existen, carecen del mobiliario clínico básico requerido y no digamos, del instrumental mínimo para ejercer la medicina ( un esfingomanómetro, un otoscopio, una báscula etc ) porque desde hace 10 años, las dotaciones de instrumental, son prácticamente nulas. En estas circunstancias es como el paciente, debe ser explorado.
Aunque normativamente corresponde a los ayuntamientos el mantenimiento y conservación de los consultorios locales y parte de la inversión destinada a su construcción, entendemos que el gobierno autónomo hace dejación de funciones, en esto como en otras cosas, pues es el responsable de hacer un plan anual de necesidades y de inversiones, para la construcción, mantenimiento, dotación y mejora con la participación de quién coresponda (Ayuntamientos, Diputaciones, Insalud , fondos FEDER etc) que permita ofrecer un servicio sanitario público de caalidad en el medio rural.
Cuando se acercan la s elecciones, se destina algún dinero para la construcción, sin embargo de la dotación nadie se acuerda.
En este panorama, se ha hecho una fuerte inversión en los consultorios para instalar el llamado TAIR ( terminal para identificación de recetas)