El tabaco provoca 56.000 muertes al año en España y alrededor de 4.000.000 en el mundo. Según la OMS, las personas que empiezan a fumar durante la adolescencia (como ocurre en más del 70 % de los casos) y siguen haciéndolo durante 20 años o más, vivirán entre 20 y 25 años menos que quienes nunca hayan fumado. La OMS considera al tabaquismo como una enfermedad adictiva y crónica y constituye la primera causa prevenible de mortalidad prematura en países desarrollados.
En España fuma el 36 % de la población – 42 % de los hombres y 27 % de las mujeres – y más del 60 % de los fumadores quiere dejar de fumar. Se sabe que una intervención de tres a cinco minutos de los médicos de cabecera puede conseguir que un 5 % de sus pacientes que acuden a consulta por cualquier motivo deje de fumar al menos un año. Intervenciones más intensivas logran alrededor de un 25 % de éxitos al año.
La Atención Primaria (AP) ofrece una oportunidad excelente para abordar el problema del consumo de tabaco, teniendo en cuenta que más del 75 % de la población pasa anualmente por las consultas de AP y lo hacen un promedio de 5 ó 6 veces al año.
Aunque la carga asistencial es importante y el tiempo de consulta reducido, muchos pacientes acuden de manera reiterada a consulta por síntomas relacionados con el tabaco lo que permite realizar intervenciones breves pero acumulativas que ejercen un importante efecto a lo largo del tiempo.
Las próxima semana se celebrará en Salamanca el V Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo en el que participarán más de 800 profesionales – médicos, enfermeros, psicólogos, profesores, periodistas, etc. –. Quiero terminar esta columna citando a Miguel Barrueco, Presidente del Comité Organizador de este Congreso y miembro de la ADSP de Salamanca: «El tabaquismo como problema de salud pública solo se resolverá cuando todos los médicos de AP incluyan su diagnóstico y tratamiento entre sus actividades diarias»
José Luis Garavis . El Adelanto 5 Noviembre 2005