No vamos a hablar de euros sino de enseñanza universitaria. Ya comentamos hace algunas semanas ( El Adelanto, 31 de Julio, 2004) el reto importante que supone, para la universidad española, el Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES). Actualmente el «crédito» es una unidad que «mide» las horas de docencia teórica y práctica que imparten los profesores de la universidad española. Podríamos decir que valora la actividad académica del profesorado. El crédito que contempla el EEES conocido como «crédito europeo» (European Credits Transfer System, ECTS) valora el volumen global de trabajo del alumno, no solamente considerando las horas de clase teórica o práctica, sino cualquier otra actividad dirigida y, lo que es muy importante, también las horas que el estudiante dedique a la preparación de la materia, realización de exámenes y todo lo que precise para alcanzar los objetivos establecidos. Por tanto la nueva concepción de la formación académica está centrada en el aprendizaje del alumno y no en la horas de docencia del profesor. La función de éste es fundamentalmente motivar al alumno para su aprendizaje y para que tenga interés por la formación continua durante toda la vida profesional.
El avance tecnológico en la comunicación a distancia va a tener mucho que aportar en este sistema de enseñanza. Pero hay que prepararse. Es absolutamente necesario revisar los planes de estudio, los curricula de la carrera y los contenidos docentes para adaptarse a esta nueva forma de crédito europeo. Y lo que es imprescindible: introducir sistemas de garantía de calidad.
Pablo de Unamuno.
Publicado en «El Adelanto», 23 Octubre 2004