Cuando el domingo vayamos a votar en Castilla y León y en sus municipios, deberíamos hacer un repaso de las circunstancias que rodean a nuestra tierra:
Los que nos gobiernan desde hace varias décadas y también su eterna oposición han conseguido que Castilla y León sea un país solo para viejos. Nuestros hijos están todos fuera con mayor o menor fortuna porque esta tierra no rentabiliza el potencial de conocimiento que se les supone.
Esta es una tierra poco poblada, donde una cuarta parte de las personas viven solas y con una media de edad que es la segunda más alta de España.
A los políticos conservadores les va bien así. La gente mayor es conservadora y arrastran el miedo a cualquier cambio que fue propio de aquellas generaciones. Así que pueden perpetuarse cómodamente en el poder.
Las características demográficas y hasta geográficas hacen que Castilla y León no sea un lugar muy apetecible a las inversiones empresariales incluidas las empresas de servicios sanitarios. Gracias a eso, los políticos en el poder presumen de que ellos no han privatizado mucho la sanidad. Aquí lo que sí se hace bastante es quitar dinero a la sanidad pública en parte para ahorrar de su deuda y en parte para desviarlo a la privada. Las empresas no van arriesgarse: asumen lo que se les va entregando sin riesgos.
Y la población va tragando con recortes en personal sanitario y por tanto en servicios y en calidad de los mismos. Tragan con desplazamientos para ir operarse vete a saber dónde , tragan con aumentos escandalosos en las listas de espera, con copagos… con reducción de prestaciones por dependencia…
Porque además de otras cosas, nos están robando la sanidad como derecho, para ofrecernos como alternativa la sanidad como bien de consumo. Nos están robando también el valor de la solidaridad con los más débiles para ofrecernos la alternativa de soluciones individuales según posibilidades de cada cual.
¿Hasta cuándo?
La sanidad y la ayuda a las personas en situación de dependencia y a las personas que las cuidan son los pilares básicos, el mínimo exigible en este país para viejos a que nos han condenado.
Por eso, cuando vayas a votar el domingo, piensa en la sanidad. Y vota a aquellos que tengan bien claro que van a reconstruir el modelo de sanidad pública que nos hace iguales ante la enfermedad porque considera la salud como un derecho.
Concha Ledesma
Asociación para la defensa de la sanidad pública 21 de mayo 2015
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