Las ocurrencias de Trillo, las andanzas de Carod, la alcoholemia de Maragall o las inauguraciones virtuales, han provocado encendidos debates en los prolegómenos de la campaña electoral. Confiemos en que, en las dos semanas que restan de campaña, otros temas como las políticas de empleo o de vivienda, la inmigración, la educación o la salud se constituyan en elementos clave de la misma. Por si esto ocurriera, ahí van algunos datos para el debate:
España en la cola de Europa en gasto público en Sanidad (5,8 % de PIB frente a 7,2 % de media de la Unión Europea) y aumentando la diferencia año tras año. Como consecuencia saltan las alarmas en nuestra sanidad pública: listas de espera interminables para intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas, visitas relámpago (5 minutos por paciente) en la Atención Primaria, hospitales con hasta 5 camas por habitación, 68 % de grandes hospitales sin servicio de Atención Geriátrica, servicios de urgencia colapsados, estrés y frustración de los profesionales, altos índices, respecto a Europa, de SIDA, tuberculosis, drogadicción, mortalidad laboral e intoxicaciones alimenticias.
A pesar de todo la Sanidad Pública mantiene todavía una alta calidad científica y técnica, pero, sin un incremento urgente del gasto sanitario público, no se podrá evitar que continúe su deterioro con el consiguiente perjuicio para toda la sociedad.
Jose Luis Garavis
Publicado en «El Adelanto», 28 Febrero 2004