Quede clara mi amistad, cariño y respeto por el presidente del colegio de médicos de Salamanca, pero también mi discrepancia con sus últimas manifestaciones respecto al complemento específico, colegiación obligatoria y formación continuada.
El c. específico efectivamente fue mal concebido, pero no tiene porqué suponer un mayor horario de trabajo. La dedicación exclusiva de los trabajadores no sanitarios, en la función pública y en muchas empresas privadas, es el derecho de la empresa a disponer plenamente de ellos en «capacidad y motivación», posiblemente porque suponga un mayor rendimiento para su actividad. Es difícil entender que se pueda trabajar al 100% desde la mañana a la noche (y después estudiar durante la madrugada…). Los trabajadores precisan descansar, comer o relajarse antes de iniciar su jornada de consulta pública o privada. Es obvio que los intereses de la consulta privada frecuentemente entran en conflicto con los de la actividad pública y lo es también la parasitación del hospital por las actividades privadas, dedicando muchos profesionales cierto tiempo a hacer el seguimiento, facilitar pruebas, resultados, o agilizar listas de espera de pacientes privados en el hospital. Este comportamiento es progresivo y demostrable por los gestores cuando ellos quieran. ¿Por qué es evidente para el ciudadano que un Arquitecto o Ingeniero en la f. pública no pueden ni deben realizar proyectos en el medio privado pero sí puede hacerlo el médico?.
¿Quién es el responsable? Posiblemente la administración dotando y gestionando inadecuadamente la Sanidad pública, desmotivando a los sanitarios y potenciando la actividad privada
Maximiliano Diego.
Publicado en «El Adelanto», 10 Enero 2004