Gabriel Heras es un médico especialista en cuidados intensivos que trabaja actualmente en el hospital de Torrejón. En el año 2014 lideró el inicio de un proyecto que se llamó “Humanizar la UCI” (HU-CI). Es un proyecto que trata de impulsar la atención a los aspectos humanos de los pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos.
El doctor Heras llama al proyecto “el cuidado de lo invisible” porque, como él mismo comenta, las emociones de los pacientes, especialmente las de los que están ingresados en las unidades de cuidados intensivos, a veces son invisibles para los profesionales. Podemos tener los mayores avances tecnológicos, podemos usar los aparatos más caros del mundo, disfrutar de los profundos conocimientos de los mejores profesionales, pero a la hora de valorar el sufrimiento de un paciente, ¿cuál es la máquina que nos da el diagnóstico? Y es que no hay aparato que mida mejor las emociones del ser humano que otro ser humano.
El sufrimiento que se produce en estas unidades no sólo afecta a los enfermos, también a sus familias y por supuesto, a los profesionales que les atienden. Iniciativas como la del Dr Heras ponen en relieve que las emociones deben ser compartidas y debatidas en un juego a tres bandas, que implique a todos los afectados. Los médicos también sufrimos y nos cuesta mucho exteriorizarlo y no digamos compartirlo con nuestros compañeros o con las familias de nuestros pacientes. Somos humanos, aunque a veces los demás e incluso nosotros mismos nos olvidamos de ello. Las familias nos miran como dioses, como “supermanes” capaces de todo, poniendo muchas veces unas expectativas en nosotros que son exageradas y que tienen poco que ver con la realidad. En esos momentos, en los que la muerte está próxima y es irremediable, deberíamos estar mejor preparados y afrontar esa situación con sinceridad y valentía, como parte de la vida y del quehacer médico de cada día.
Gloria Alonso
Publicado en Salud a Diario