Comentaba en una columna previa (El Adelanto 28/07/07) los resultados escasamente satisfactorios de la formación de pregrado de nuestras facultades de medicina, consecuencia en mi opinión de una metodología docente antigua, basada casi exclusivamente en la formación de conocimientos teóricos y en la falta de adaptación del currículo a las demandas sociales actuales.
El necesario cambio docente, obliga además a un cambio en los sistemas de evaluación y no solamente durante los años de formación universitaria, sino también al finalizar estos estudios. El examen MIR, que tiene una virtud muy importante y es su objetividad, necesita una transformación. Si cambian los estudios de pregrado, también el examen que abre la puerta a la formación de postgrado o especializada, debe cambiar. Podría establecerse una doble prueba, primero de tipo práctico y selectiva, donde se valorasen conocimientos teóricos, pero también habilidades y actitudes y en segundo lugar, una prueba teórica, similar a la actual, que fuera meramente distributiva, para que los nuevos licenciados eligiesen especialidad, según el número obtenido. El cambio en la prueba MIR, sería sin duda un revulsivo para los necesarios cambios en la Facultad.
Queda para finalizar un aspecto de interés y es conocer el perfil de los aspirantes a médicos. De todos es conocido que para acceder a esta Facultad se precisa de una nota de bachillerato muy buena (siempre por encima de 8), pero quizás no sabemos demasiado cómo son y qué grado de vocación o compromiso tienen nuestros estudiantes. En un reciente análisis realizado en la Universidad de Zaragoza con sus estudiantes de medicina, más de la mitad de los encuestados habían elegido esta carrera por motivos altruistas y este porcentaje era mayor en las mujeres, que son mayoría hoy en estos estudios. Concluían los autores que las personas que están cursando esta carrera tienen una elevada motivación social, intelectual y científica.
Estamos trabajando con material sensible y de gran calidad. Los que de una u otra forma participamos en su formación no podemos defraudarles y mucho menos podemos defraudar a la sociedad.
Aurelio Fuertes. El Adelanto 28 Julio 2007