Un respiro: Los hospitales públicos no se convertirán en Fundaciones, al menos por ahora. Esta es la noticia que nos ha transmitido la ministra y su consejo. A partir de aquí todo son preguntas: ¿por qué hace un año la transformación era tan urgente y necesaria que motivó su tramitación de urgencia por la Ley de Acompañamientos de los Presupuestos, y ahora hay que olvidarse de la propuesta?. Sin duda al cambio experimentado habrá contribuido la oposición al proyecto, como la que expresó nuestra propia asociación y la Plataforma para la Defensa de la Sanidad Pública. La razón argumentada desde el Ministerio, el no querer hipotecar a las CCAA a las que se transfiera la sanidad, es válida, pero esa razón ya existía hace un año. Si cada nuevo ministro tiene una idea diferente sobre el futuro de nuestra sanidad ¿cuál es el verdadero proyecto del PP en este tema? ¿existe proyecto o hay solamente una propuesta general de disminuir el peso de lo público también en sanidad?. Y por cierto ¿quién responde de los gastos en auditorías para los Planes Estratégicos del Insalud necesarios para dar paso a las Fundaciones? ¿ y de los gastos en marketing y en publicidad para vendernos el invento?. Demasiadas preguntas y escasas certezas. No parece bueno que el tema se cierre así: Fundaciones, ahora no, sin comentarios.
Un último aviso para navegantes: se paran las Fundaciones, pero sigue presente la legislación que permite la introducción de modelos de gestión privada en nuestros hospitales, con sus riesgos y sus incertidumbres. Tal vez sirva para que experimente nuestro Consejero en un futuro no tan lejano.
Aurelio Fuertes
Pubicado en «El Adelanto», 4 Noviembre 2000