Nuevo rumbo político con esperanzas en otra forma de hacer y respetar a los ciudadanos. Esperemos que así sea. No niego la desilusión que supone saber que la gestión sanitaria en Castilla-León continuará por los mismos de antes, engañándonos con falsos planes directores, un hipotético nuevo hospital o desacertados programas para disminuir las listas de espera, creándonos falsas expectativas y retrasando verdaderos cambios.
Es necesario destinar más porcentaje del PIB a atención social y sanitaria (todavía por debajo de la media europea), pero sería triste comprobar que nuestro gobierno autónomo lo deriva a nuevos conciertos con otros centros y no a dotación de más medios técnicos o a incentivar a los profesionales.
El PSOE inició la reforma sanitaria, la Ley general de Sanidad, la creación de centros de Salud. El PP a regañadientes ha mantenido alguno de estos logros pero con evidente y progresivo deterioro de los mismos, desincentivando a las personas y permitiendo la descapitalización del sistema por falta de inversiones y desvío de fondos a otros menesteres.
La sorprendente derrota electoral del PP nos anima a pensar que en C-L también pueda ser posible lo inesperado, que los ciudadanos terminen comprendiendo qué el ¡España va bien¡ debe implicar apoyar el estado de bienestar protegiendo fundamentalmente los Servicios públicos, Sanidad, Educación y la protección social.
Maxi Diego.
Publicado en «El Adelanto», 3 Abril 2004