Sí, que ha pasado con un proyecto de ley regulador del consumo del alcohol, nacido de las directrices europeas, que tendían a unificar, bajo el auspicio del Ministerio de Sanidad, las normas autonómicas y municipales (Castilla y León es de las más permisivas en esta materia) y con el objetivo definido de frenar y retrasar el consumo de alcohol en menores.
¿Que ha pasado? Con un proyecto que contaba con el apoyo de familias con hijos adolescentes (a ellas iba dirigido), de asociaciones de consumidores y de profesionales e instituciones en defensa de la salud (como la nuestra).
La ministra tiene razón al decir que gran parte de los detractores de la llamada ley antialcohol ni se la han leído, pues se darían cuenta que se trata de proteger a nuestros jóvenes y no de acabar con las “riquezas” que generan nuestros afamados caldos.
Echar un ojo a las estadísticas estremece; datos como que la edad de inicio en el consumo (en España es a los 13´7 años de media) es un factor que predice la futura cantera de enfermos alcohólicos; que el 12% de menores de 18 años son bebedores de riesgo; que suele ser la puerta de entrada a otras drogas; que la primera causa de muerte en jóvenes son los accidentes en gran parte influenciados por la toma previa de alcohol; que el impacto social en salud es enorme aunque no se padezca adicción etc.
La publicidad nos vende chic@s estupend@s con grandes coches y casas cumpliendo la ley con la letra pequeña en apaisado, advirtiendo qué perjudica a la salud (y a la vista diría yo). En el ámbito juvenil los resultados de la información y educación son más bien modestos, por eso hay que reducir el consumo regulando tanto la oferta como la demanda.
La ministra se irá si es consecuente con sus ideas y no haber podido llevarlas a cabo, pero antes se deberían ir los que con responsabilidades ciudadanas se han callado y los qué han pescado en río revuelto, posicionándose públicamente en la defensa condicionada de intereses comerciales sobre la protección de la Salud.
Señores, lo de siempre ¿de qué hablamos: del interés de la razón o de la razón de los intereses?
Antonio Julián. El Adelanto 3 Marzo 2007