Como todas las noticias que se manipulan con sensacionalismo, el asunto de las listas de espera y fundamentalmente el de la cirugía cardiaca se ha desvirtuado completamente al utilizarlo el ministerio como programa y objetivo propagandístico de primera línea.
La ministra preocupada casi exclusivamente por los resultados a corto plazo de su plan de choque no tiene en cuenta cómo se consiga y si ello supone o no mejores resultados en calidad y eficiencia. Parece haber hecho un gran descubrimiento cuando sencillamente ha dado un paso de gigante para la privatización de la atención sanitaria:
Algunos profesionales, centros y compañías privadas están «haciendo el Agosto» a costa del erario público. No hace falta que acudan al arriba citado programa de TV, mantengan ustedes un poco más tiempo a esta Ministra de Sanidad y a sus asesores públicos (pero con intereses evidentes en la Sanidad Privada) y recaudarán bastante más que el premio gordo de dicho programa; gracias a un ministerio que ha decidido apostar por la privatización progresiva de la Sanidad, por mucho que en sus declaraciones diga lo contrario, y con la colaboración de profesionales que comparten intereses en la Sanidad pública y privada que no tienen escrúpulos en etiquetar de urgentes a procesos de evolución crónica (meses y a veces años) que al demorarlos el Servicio público por no verdaderamente urgentes obliga a enviarlos inmediatamente a clínicas concertadas.
El apoyo del ciudadano, inocente, carente de formación médica, es relativamente fácil pero la desmoralización de los profesionales que están creyendo hacer las cosas bien es evidente.
Maximiliano Diego. El Adelanto 21 Octubre de 2000