La Medicina de precisión está de moda. Se describe como una Medicina orientada a la genética específica de cada persona, especialmente implicada en el campo de la Onco-Hematología, con tratamientos muy caros dirigidos a grupos reducidos de población y, por lo tanto, con un impacto de salud muy pequeño.
Frente a esta práctica de una Medicina casi matemática, los médicos generalistas (médicos de Atención Primaria, internistas y geriatras) nos enfrentamos a las necesidades asistenciales de las personas mayores. A medida que cumplimos años, el número de enfermedades crónicas va haciendo su aparición, de manera que conviven, con mayor o menor simbiosis, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la insuficiencia cardiaca, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la anemia, por poner un ejemplo de enfermedades que se agrupan con frecuencia en un mismo organismo.
La pluripatología ha llegado para quedarse.
Estos pacientes pluripatológicos sufren muchas transiciones asistenciales, entendidas como consultas constantes a su médico de Atención Primaria, a Urgencias y a múltiples y variados especialistas hospitalarios. Estos pacientes sufren también de polifarmacia, es decir, la toma de múltiples fármacos que, de manera más o menos imprecisa, van sumándose al tratamiento de su pluripatología. Por otro lado, muchos son personas frágiles, dependientes, con pocos recursos económicos que precisarían de una asistencia social más profunda y establecida.
Frente a los pocos que se beneficiarán de una Medicina matemática, hay miles de personas frágiles que precisan de una Medicina basada en la continuidad de los cuidados. En este sentido, hay que potenciar las iniciativas que pretenden la atención global del paciente frágil y pluripatológico.
La Medicina de precisión aplicada a este grupo de pacientes implicaría cuidados sociosanitarios precisos e individualizados a las necesidades de cada uno.Todo ello pasaría por la necesidad de fomentar la continuidad de la atención, con equipos que incluyan un médico de Atención Primaria que se implique seriamente en este grupo de pacientes, una Enfermería empoderada y resolutiva, un médico internista que haga de enlace hospitalario, una correcta valoración geriatrica y una potente red de asistencia social.
Queda de esta manera conformado el marco de una Medicina de precisión, que es la que el paciente pluripatológico precisa.
Gloria Alonso