El día 12 de diciembre se han celebrado manifestaciones en varias ciudades españolas, Madrid entre ellas, con una gran manifestación central, bajo el lema Salvemos la Atención Primaria.
Las movilizaciones, lideradas por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, han logrado la adhesión de 112 organizaciones y entidades sociales, sindicales y profesionales de toda España.
Pero podríamos preguntarnos si, en estos tiempos, la estrategia de prestación de cuidados de salud denominada Atención Primaria (APS) sigue siendo válida y necesaria.
Para encontrar una respuesta, podemos acudir a la investigación, a la experiencia o, en mi caso, a la práctica diaria.
Desde todos estos puntos de vista, la conclusión es siempre la misma: el modelo de APS da respuesta adecuada a las necesidades de las personas y lo hace con un alto grado de satisfacción.
Para analizar ese grado de satisfacción, podríamos poner el foco, como ejemplo, en lo que sucede en un momento biológico en el que las mujeres se acercan con más frecuencia a los servicios de salud: el embarazo.
Desde la perspectiva de la APS, se considera un hecho biológico particular y no, por supuesto, una enfermedad. Pues bien, cuando se analiza el grado de satisfacción de las mujeres por la atención en esa etapa en España, encontramos que es notablemente más elevado si son atendidas en la APS que en el hospital o en la sanidad privada. Este hecho tiene una importancia trascendental, pues la mujer que decide acudir a la APS para vigilar el desarrollo de su embarazo, lo hace porque en ese nivel asistencial se encuentran los profesionales en los que confía…: enfermería, matrona, médico.
Son los profesionales que han atendido sus problemas de salud, en ocasiones desde su infancia, quienes, en consultas previas, han ido realizando las exploraciones, determinaciones analíticas, dando los consejos o enseñando las habilidades precisas para mantener su salud de manera adecuada. Porque, en APS, los sanitarios están físicamente próximos en relación humana y profesional. Porque también cuidan a sus hijos pequeños, a su pareja y a los abuelos, a los suyos o a los del pueblo, a los vecinos, a la gente del barrio… Porque en el final de la vida están ahí, les siguen cuidando. Porque esa mujer ha visto cómo, en el centro de salud, aprenden también los estudiantes y los residentes de Medicina de Familia y Enfermería, que se impregnan de la actitud y la veteranía de los profesionales con horas de vuelo. Profesionales con vocación que basan su trabajo en un conocimiento científico, en esfuerzo, en la decisión y el convencimiento de su oficio como servicio público. Ambiente que a esa mujer, además de cercanía, le produce sensación de seguridad para ella y para los suyos.
Por estos motivos, para el seguimiento de su embarazo, las mujeres acuden a la APS, porque, con el objetivo de prestar cuidados, la sanidad pública satisface adecuadamente sus necesidades, no las deja solas nunca. Y lo lleva a cabo con los mejores recursos disponibles, haciendo efectivo el principio de que un sistema público de salud es el producto de un pacto solidario entre los ciudadanos de un país.
Pues bien, estas razones que nos han servido de ejemplo son las que justifican el modelo de APS para todos. Deberíamos tenerlo muy claro. Por un lado, los profesionales en activo, esforzándonos en mantener el modelo con convicción y con vocación, aprendiendo habilidades, actualizando continuamente nuestros conocimientos para prestar un servicio público de salud de la máxima calidad. Los ciudadanos… tanto defendiéndola como exigiendo su desarrollo o participando activamente en su gestión. Y la administración… dedicándose con convencimiento a gestionar nuestro sistema sanitario, adecuándolo a los requerimientos de los ciudadanos del siglo XXI, dotándolo del presupuesto necesario y la adecuada organización.
Bien sea para prevenir, curar, rehabilitar o aliviar cuando nada de lo anterior fuera posible, la Atención Primaria de Salud no es una estrategia antigua y obsoleta, es la manera, el método preciso para que la atención sanitaria llegue a todos.
No lo olvide nadie.
Emilio Ramos.