Señoras y señores de la Consejería de Sanidad de Castilla y León:
Hace unos días, desde esa Consejería explicaban en los medios de comunicación que los fallos en el sistema informático utilizado en Atención Primaria no impedían pasar consulta a los médicos de Familia, y supongo que, por extensión, a todos los profesionales sanitarios.
Estoy plenamente de acuerdo con la Consejería. Para prestar atención sanitaria en el nivel primario no se necesita el apoyo del sistema informático Medora…, Medora es el problema, hablemos claramente, es un gran problema.
Cuando en estos mismos días yo tenía que ponerme en contacto por enésima vez, durante la consulta, con el sistema de apoyo informático de Valladolid, pregunté si esto me ocurría sólo a mí o si era un asunto generalizado, si todos mis compañeros se veían forzados a llamarles varias veces cada día por fallos en el sistema informático. Me contestaron que sí, que era general y que incluso otros compañeros se quejaban más veces que yo.
Esto hizo incrementar mis temores. Medora estaba perjudicando notablemente la prestación sanitaria, porque esas deficiencias generan en la consulta una continua pérdida de concentración, de tiempo y, en consecuencia, del temple preciso para el desarrollo del trabajo como médico de Familia y del servicio que debemos prestar al usuario. Y ocurría en todas las consultas de la Comunidad… Y qué decir en los pueblos…
¿A qué conclusiones llegaría una auditoría hecha ahora sobre las consecuencias de la presencia del programa informático Medora en el trabajo sanitario en Atención Primaria en Castilla y León? Me atrevo a establecer una hipótesis respecto a los resultados: empeoramiento de la relación médico-paciente y perjuicio de la asistencia sanitaria.
¿Por qué? Unos cuantos ejemplos: hay que estar mirando prolongadamente a la pantalla o a la impresora, el sistema exige prestar mucha atención para efectuar actos administrativos…. ¿Cuántos clics se precisan para incluir una medicación o actualizarla en el sistema de receta electrónica? Se pierde continuidad de la atención, porque Medora no deja seguir la evolución de un proceso; se fracciona la información en exceso, e incluso es muy difícil leer lo escrito por el sanitario actuante con anterioridad; no hay un método para recordar la necesidad de una actuación. No hay un sistema de alarma que te recuerde que ya llegó el momento de realizar la citología, el despistaje de cáncer de colon, etc. El sanitario responsable no puede explotar la información recogida en su quehacer diario para conocer el grado de control de los diabéticos de su cupo o para saber cuáles de sus pacientes no tienen bien controlada la TA o toman un determinado medicamento… Y así, una larga lista de deficiencias.
Pero hay una anécdota repetida continuamente que explica la situación mejor que cualquier otra cosa. Los pacientes nos comentan la fatalidad que supone que siempre que vienen ellos a la consulta «el ordenador se estropea»… Y nuestra obligada respuesta: «No es cuando vienen ustedes… está continuamente petándose».
Señores de la Consejería de Sanidad, les agradezco su ánimo y consejo, pero los profesionales sabemos muy bien atender a la población sin ordenador. También conocemos las ventajas que la informática aporta a la prestación de servicios sanitarios, pero lo que desconocíamos era hasta qué punto el sistema informático Medora era capaz de dificultar la atención a nuestros pacientes. Es un mal sistema, admitido en público o en privado por todos los afectados. Sólo cabe sustituirlo por un sistema bueno.
Y aprovecho para sugerirles la eliminación de las farragosas cargas administrativas con las que nos tienen secuestrado no poca parte de nuestro tiempo. Ustedes saben de lo que hablo, pero si no fuera así, les sugiero que lean el Decálogo de Objetivos del Foro de Médicos de Atención Primaria para una Atención Primaria de Calidad (2015), que está consensuado por todas las sociedades científicas de Atención Primaria, la Organización Médica Colegial y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina.
Antes de terminar, dos cuestiones realmente importantes, para que las transmitan al Gobierno central:
La primera… Estamos esperando la derogación del RD de septiembre 2012 que terminó con la asistencia sanitaria universal en España. Y la segunda… ¿Van a cumplir los compromisos para acoger a los refugiados de la guerra de Siria o permanecerán impasibles mientras se ahogan intentando huir y buscar refugio?
Emilio Ramos