Recientemente ha salido publicada en la prensa nacional una noticia sobre la sanidad inglesa que me ha dejado preocupada. Resulta que el Grupo de la Comisión Clínica del Valle de York ha propuesto que a los británicos obesos que superen el índice de masa corporal por encima de 30 kg/m2 o a los fumadores, se les pospondrá la intervención quirúrgica que precisen. De esta manera se les propone a los obesos adelgazar un 10% de su peso y a los fumadores que dejen de fumar durante al menos 8 semanas. Resulta extraña esta forma de forzar a estos pacientes en el cuidado de su salud ya que si no, no serán intervenidos.
Es una medida preocupante. Probablemente nunca se llevará a cabo por muchísimas razones, ser políticamente incorrecta, faltar absolutamente a la ética, ir en contra de la salud de estos pacientes… Pero no deja de sorprenderme que para ahorrar costes en la sanidad inglesa se señale con el dedo a personas obesas o fumadoras y se les haga culpables de que su situación actual tiene que ver con sus malos hábitos de vida.
Resulta que la obesidad no siempre está relacionada con los hábitos alimentarios. Hay muchas situaciones que pueden asociar obesidad, desde enfermedades genéticas hasta patologías endocrinas, otras veces está relacionado con la toma de fármacos, con enfermedades psiquiátricas… Además, en estos momentos de crisis muchas personas se alimentan mal porque compran alimentos baratos y de mala calidad. Así que no parece que siempre las personas obesas sean culpables de su situación como podríamos pensar a priori. Muchos estudios epidemiológicos nos advierten de que la obesidad y la dependencia al tabaco, al alcohol..etc, se dan más frecuentemente en las clases sociales más desfavorecidas, quiénes paralelamente, tienen peor acceso a la educación.
Por otro lado, muchos fumadores tienen una grave dependencia, se esfuerzan, pero son incapaces de dejar de fumar. ¿No hubiera sido mejor no empezar a fumar nunca? Esta pregunta me lleva a mi argumento final, la educación. En lugar de señalar a los culpables los gobiernos deberían invertir en precoces y exhaustivos programas de educación a los niños. ¿Qué será lo siguiente? ¿Dejaremos de lado también a los que sufren desnutrición porque están demasiado delgados, a los alcohólicos, a los que tienen algún tipo de drogadicción, a los que no tienen dinero para seguir una dieta equilibrada, a los pobres, en definitiva?
Educar es la solución, no señalar al falso culpable.
Gloria Alonso (Asociación para la defensa de la sanidad pública de Salamanca)