Nunca como en la adversidad para conocer cual es la altura de miras, la capacidad de gestión, la sensatez, de los gobernantes. Son tiempos malos, y ahora, tras las elecciones se van a mostrar crudamente problemas que se han venido postergando. Gestionar la sanidad con menor presupuesto, es uno.
Es sorprendente, más aún, inexplicable, que en Castilla León, 6 meses después de las elecciones autonómicas y sin cambio de partido gobernante, no se hayan aplicado las reformas latentes en la organización y en la estructura del Sacyl. Tampoco se han explicitado las líneas maestras para adecuar los servicios de salud a un prepuesto más corto. Ahora se abordará esto y posiblemente se conocerá cual es el alcance real del déficit, de la deuda, del sistema regional.
Aun en una situación difícil, deben defenderse algunos principios que eviten daños ahora y, especialmente, en el futuro. Algunos llevamos mucho tiempo propugnando un sistema sanitario que elimine las ineficiencias. Ahora es inexcusable.
Los ajustes que han de venir, han de respetar algunas normas si no quieren lesionar definitivamente el sistema. No podrán mermar la equidad ni disminuir la calidad; no pueden ser uniformes para todos los centros y servicios; no pueden eliminar casi totalmente aspectos como la investigación y condenar al país a seguir siendo un erial intelectual dentro de 15 años; no caben medidas excepcionales, sin que previamente se hayan eliminado ineficiencias y los costes disparatados de algunas estructuras o actividades; han de potenciarse los órganos que mejoran la eficiencia dentro del sistema; han de ser planificadas y dialogadas.
En otro sentido y sobre el debate de fondo, reducción del déficit vesus inversión pública, es buen momento para recordar que el Sistema Nacional de Salud Británico nació como un nuevo concepto para dar cobertura sanitaria universal a sus ciudadanos, pero también como un potente motor para el desarrollo económico del país tras la segunda guerra mundial.
Decir esto así, es simplificar, pero conviene saberlo.
Miguel Gonzalez Hierro. El Adelanto 26 Noviembre 2011