Hace unos días tomaban posesión de las plazas los futuros especialista denominados MIR (Médicos Internos Residentes). ¿Cómo serán los médicos del futuro? Una prestigiosa Revista Médica daba respuesta a esta pregunta enumerando un decálogo de cualidades en función de diez supuestos escenarios del ejercicio profesional.
El médico del futuro según la citada fuente debe tratar enfermos y no enfermedades, como tradicionalmente se ha mencionado. En el contexto de la relación clínica, ha de mantener una actitud crítica, y debe saber moverse en la ambigüedad y la incertidumbre. Ha de saber ser comunicador y empático. Es decir combinar la información dura, obtenida mediante los procedimientos diagnósticos y debe sacar provecho de la información blanda, extraída del diálogo. El médico ha de ser responsable individual y socialmente y debe huir de los planteamientos utópicos que proclaman la posibilidad de conseguir un estado de salud casi perfecto. Además, ha de ser un profesional que tome buenas decisiones para el paciente y para el sistema sanitario. El «tira y afloja» de los recursos limitados y los beneficios del paciente. Asimismo, ha de ser capaz de liderar el equipo asistencial. Al asumir el papel que la sociedad le otorga, el médico debe ser competente, efectivo y seguro y saber rechazar las pretensiones ajenas de ensanchar los ámbitos de enfermedad por intereses espurios. En estrecha conexión con la cualidad anterior, el médico debe ser honrado y confiable. Debe frenar el consumo innecesario de servicios, de tecnología y de medicamentos en beneficio del propio paciente. El médico ha de saber comprometerse con el paciente y con la organización. Finalmente el médico ha de vivir plenamente y a tiempo completo los valores del profesionalismo. Dejamos para el próximo artículo las recomendaciones para los actores del campo educacional y asistencial si se quiere cumplir este perfil del futuro médico.
Maria Teresa Muñoz. El adelanto 1 de Mayo de 2010