Cuando toda la población con los profesionales de la Sanidad Publica a la cabeza, se vienen quejando de las serias dificultades por las que atravesamos como consecuencia de los recortes (copago farmacéutico, pérdida salarial, disminución de prestaciones, fallecimientos por insuficiencia de medios y de personal o escaso apoyo a la ley de dependencia…) reiteradamente y con la connivencia de algunos medios de comunicación se anuncian los grandes resultados que obtiene este país en política de trasplantes, en esto… ¡somos los mejores del mundo!.
Interesa políticamente mantener este mensaje y para ello es la única prestación que no ha sufrido recortes y mantiene proporcionalmente la mejor financiación con respecto a cualquier otra actividad sanitaria.
Por supuesto que no hace falta recordar que en la misma línea de actuación político-económico-electoral y desde hace 25 años, las unidades de trasplante son una élite especial muy exclusivas dentro de la profesión sanitaria y con retribuciones significativamente superiores a las del resto de profesionales, que incluso a veces se convierten en “guetos” donde otros compañeros igualmente capacitados no pueden integrarse.
Esto demuestra que cuando al gobierno le interesa, la Sanidad Pública puede ser la mejor incluso a nivel internacional y que depende fundamentalmente del interés político y la dotación económica.
Dejando claro la gran relevancia clínica para el paciente individual, es bueno decir que otro tipo de actuaciones médicas o quirúrgicas, son globalmente de igual o incluso mayor trascendencia clínica que un trasplante, entendida ésta como rentabilidad para la salud de la población; pero están mucho más desatendidas habiendo sufrido significativos recortes.
Una última e importante consideración por sus consecuencias para el paciente es la decisión (política por supuesto y contra la opinión de muchos sanitarios y en contra de la salud de los candidatos a un trasplante), de mantener o dotar unidades de estas características en CCAA sin población suficiente o unidades con escasa actividad y mortalidades intolerablemente elevadas en alguna especialidad. Estaría bien conocer y valorar no solo las cifras de trasplantados sino además los resultados de los mismos en las diferentes unidades y especialidades.
Sábado 15 de agosto de 2015
Maximiliano Diego
Asociación para la defensa de la Sanidad Pública de Salamanca