MANIFIESTO, 19 DE JUNIO DE 2022
PLATAFORMA SALAMANCA PARA LA DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA
Una vez más, y es la novena, los salmantinos nos vemos obligados a salir a la calle para defender nuestro derecho a tener una sanidad pública de calidad.
Durante la pandemia por coronavirus, nuestros sanitarios han demostrado estar a la altura de su profesión, trabajando hasta el agotamiento para atender a la población en los momentos, sin duda, los más duros de su trayectoria profesional.
Pero la pandemia ha dejado al descubierto las claras deficiencias de nuestro sistema sanitario que la consejería de sanidad, lejos de solucionar, está dejando empeorar con su inacción.
Ya en 2015, la reducción de la plantilla orgánica del Hospital, fue el detonante que originó dos mareas mayoritarias. Siete años después, seguimos con las mismas reivindicaciones; señal evidente de que la situación no ha mejorado.
El paso al nuevo hospital no ha solucionado problemas básicos como los que existen en la cocina y la lavandería. Es preciso dar una solución a la línea fría de baja calidad y a la ropa que llega a destiempo, sucia o rota para dar una buena calidad de atención a los pacientes.
La falta de profesionales sanitarios, la obsoleta organización hospitalaria, incapaz de atender a las exigencias técnicas y sanitarias actuales, unido a la desidia de los gestores para conocer el rendimiento de los servicios y unidades, son los que nos han llevado a esta situación. Un sistema de salud que no se mejora constantemente, está condenado a su deterioro lento pero progresivo.
Mientras tanto, el número de pacientes en lista de espera sigue aumentando.
A ello nos ha llevado:
- La incapacidad para abordar las demoras y listas de espera desde un planteamiento estructural, que permita establecer los recursos humanos y organizativos acordes con las necesidades.
- La ausencia de una planificación global que ponga real y definitivamente al paciente como centro de la atención, por encima de intereses parciales o corporativos.
- La falta de aplicación de criterios de eficiencia en la formación de los nuevos profesionales sanitarios, garantizando la maximización de los recursos disponibles.
De nada valdrán planes de ataque a las listas de espera con métodos ya conocidos como las “peonadas”, cuya ineficacia ya está demostrada o la externalización de pacientes a la sanidad privada, una medida que perjudicará más el sistema público.
El futuro de la sanidad en Castilla y León exige reforzar la atención primaria. Para conseguir una atención primaria accesible y eficiente, hay que empezar por solucionar problemas de infraestructura y organización, como la realización de centros de salud de Prosperidad y Zurguén y dar una solución definitiva a la asistencia sanitaria de la comarca de Béjar.
La Atención Primaria se sigue deteriorando por la sobresaturación de los profesionales sanitarios. La falta de personal está provocando acumulaciones constantes que, unido a una pésima organización del trabajo con un predominio de las tareas burocráticas, genera una mala accesibilidad a los centros de salud, con demoras en el medio urbano de más de 7 días y alteración de los horarios en los consultorios locales del medio rural.
Frente a esto la consejería responde exclusivamente ofertando plazas con contratos inestables que no garantizan la continuidad en los puestos de trabajo y potenciando la figura del médico y enfermera de área.
Un problema crucial es el déficit en el transporte sanitario. Una adecuada organización de este servicio debería ser el apoyo necesario para la atención urgente en toda el área de salud de Salamanca. Es imprescindible, además, dar solución a los pacientes que esperan una ambulancia para volver a su domicilio después de ser atendidos en el hospital y al desplazamiento de las personas que tienen que acudir a los centros de salud.
La centralización de la atención en Salud Mental en los centros de salud de San Juan y Capuchinos y la falta de psiquiatras y sobre todo de psicólogos ha alterado la accesibilidad de los pacientes a este servicio, con listas de espera descontroladas, repercutiendo en la atención a la salud mental infanto juvenil.
La administración tiene que promover la actividad de los consejos de salud de zona y de área para dar cauce a la participación ciudadana.
POR TODO ELLO EXIGIMOS:
- Diseñar una actuación debatida, definida y decidida. Estratégica, a medio plazo que de solución a los graves problemas de nuestra atención hospitalaria.
- Aumentar las plantillas, acorde a las necesidades del nuevo hospital y estabilizar los contratos tanto en el hospital como en atención primaria.
- Controlar las listas de espera de forma interna y con recursos propios mediante la elaboración y desarrollo de un plan integral consensuado por gestores y sanitarios.
- Definir por parte de la consejería de sanidad los objetivos a corto y medio plazo para solucionar las graves deficiencias actuales de la atención primaria.
- Aumentar los presupuestos en atención primaria, hasta alcanzar el 25% del gasto sanitario de Castilla y León.
- Reorganizar la sanidad rural y acabar con la figura del médico y enfermera de área, integrándolos en los equipos de atención primaria.
El deterioro actual de la sanidad pública en Castilla y León es evidente.
Todavía estamos a tiempo de solucionarlo y de tener la sanidad pública que todos deseamos y nos merecemos.
Para ello es imprescindible que nuestros políticos y gestores crean en ello, dejen de mirar para otro lado y hagan su trabajo consiguiendo la financiación necesaria y gestionando eficientemente hasta alcanzar un sistema sanitario solvente.
¡¡LA SANIDAD PUBLICA NO SE VENDE, SE DEFIENDE¡¡
Salamanca 19 de junio de 2022