El asunto de los trasplantes de órganos ha sido una decepción para las aspiraciones de catapultar nuestro Hospital Universitario. Tengo la sensación de que hay algo de desánimo en algunos sectores del hospital, incluso en los cargos directivos. No es momento de desánimo cuando faltan pocos meses para las trasferencias. El hospital es un conjunto de servicios que hay que mantener y potenciar al máximo para dar un servicio de calidad a la población.
Sin olvidar los programas de trasplantes, hay que centrarse en el Plan Director para que no quede en el olvido y, ante cambios políticos, incluso en el seno del partido, siga adelante. Ejecutado el Plan Director, el hospital será prácticamente nuevo. ¿Se van a desplazar allí los servicios con sus defectos y deficiencias actuales ? Es necesario hacer un análisis pormenorizado de cado uno de los servicios del hospital para comprobar su calidad asistencial y docente y su rentabilidad. La gerencia debe escuchar a los miembros de los equipos de trabajo y analizar las necesidades reales….y que no caigan en saco roto.
El Plan Director es un proyecto muy ambicioso que mejorará notablemente la situación de la Sanidad Pública en nuestra provincia. La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública siempre ha estado de acuerdo con la integración de los servicios de los dos hospitales. Ahora es necesario estudiarlo detenidamente y hacer crítica constructiva. Todo cambio, sobre todo para los que tenemos ya ciertos años y muchos de mantener una determinada situación, es doloroso. Lo primero ya está hecho: el borrador del Plan Director. Quedan dos cosas muy importantes antes de la ejecución del proyecto: a) conseguir el proyecto final con el consenso de las partes interesadas (para lo que sugiero la tranquilidad necesaria) y b) conseguir la aquiescencia y el presupuesto de la Dirección General y de la Junta Autonómica.
PABLO DE UNAMUNO. El Adelanto 10 noviembre 2001