En las pasadas semanas los profesionales que han superado el examen MIR (FIR, BIR, QIR, etc.) han hecho la elección de hospital para cursar la especialidad. Este sistema es, sin duda, el mejor para obtener la especialización, el más ecuánime, el más justo y el que más igualdad de oportunidades ofrece. Hay que mimar al sistema.
El hospital Universitario de Salamanca ha ofertado 67 plazas que han sido elegidas por 51 MIR. No cabe duda de que existen algunos condicionantes a la hora de efectuar la elección como la proximidad de la familia o de la pareja y la atracción de la ciudad, pero también influye el hospital y, aunque el número se mantiene en los últimos años, el hecho cierto es que disminuyen los futuros especialistas que eligen este hospital.
¿Estamos fallando en algo ? A algunos servicios se les ha retirado la docencia y otros, teniéndola, no son elegidos. La falta de patología óptima para la docencia MIR (no la falta de trabajo), debida a la escasa población que atiende este hospital ha de ser suplida con otros aspectos que atraigan a los MIR: un trato exquisito, una tutorización eficiente, unas sesiones clínicas adecuadas, facilidad para las rotaciones en otros centros hospitalarios que completen su formación, etc.
La presencia de residentes supone un rejuvenecimiento del hospital, savia joven y una garantía para la formación continua del equipo. Algunos no pueden aprovecharse de esto por no haber residentes en formación pero otros, desgraciadamente, no quieren. Deberíamos hacer un examen de conciencia para ver si estamos haciendo bien las cosas. Tal vez no se trata de hacer mucha planificación, mucho documento, mucha teoría, sino de ofrecer apoyo, atención y dedicación. No hay que considerar a los MIR como mano de obra barata. Hay que organizarles una adecuada tutorización durante la jornada normal de asistencia y durante las guardias. Si nos han elegido, no debemos defraudarlos.
Pablo de Unamuno. 31 mayo 2003