Mientras la Ministra de Sanidad está lanzada a la carrera por la Presidencia de la Comunidad de Madrid, el Pacto por la Sanidad, duerme el sueño de los justos, aunque se trate de asuntos de tanta trascendencia como los que, hace ya dos años, se pusieron encima de la mesa, veamos:
Recursos Humanos. Es un dato incontrovertible que existe un déficit de médicos de familia y de otras especialidades, además de una distribución irregular de los efectivos humanos.
Cartera común de servicios sanitarios. El intento homogeneizador que significó la cartera de servicios se ha traducido, finalizado el proceso de transferencias sanitarias, en 17 Carteras de Servicios diferentes. En consecuencia ha aumentado la variabilidad y la calidad es diferente en función de la zona geográfica.
Racionalización del gasto sanitario. El elevado ritmo de crecimiento del gasto sanitario es un motivo de preocupación creciente en políticos y gestores sanitarios.
Salud Pública. Servicios de Salud descoordinados, elaborando programas distintos con la misma finalidad, dependientes del Ministerio, Consejería, Área de Salud, Centro de Salud, Ayuntamiento, etc., generan mensajes contradictorios y prestaciones heterogéneas.
Calidad e Innovación. Prácticamente todas las comunidades autónomas se han dotado de agencias de calidad y acreditación, tarjetas sanitarias individuales y sistemas propios de informatización de las consultas, incompatibles entre sí. El desarrollo e implantación de la receta electrónica es, además de muy dispar, escaso.
Políticas de Salud en el ámbito de las Drogas. España presenta unos índices muy elevados de consumo de alcohol, tabaco, cánnabis, cocaína y opioides. A pesar de ello, hay poca sensibilización social y faltan recursos para gestionar el problema.
Las propuestas para abordar estos trascendentales puntos son múltiples y variadas en función de ideologías, intereses económicos, etc.; la FADSP aportó en su momento las suyas, pero parece que ahora no toca, tal vez luego sea demasiado tarde, o ¿es lo que se pretende?
José Luis Garavís. El Adelanto 11 septiembre 2001