La nueva ley del aborto recogerá la posibilidad del personal sanitario de acogerse a la objeción de conciencia. El texto no regula de forma concreta la objeción pero aclara que será individual y sólo afectará a los profesionales directamente implicados en la intervención, como médicos, enfermeras o anestesistas. Para la presidenta de la Federación de Planificación Familiar (FPFE), Isabel Serrano, así se evitan “situaciones como las que se dan en algunos hospitales, cuando es un celador quien pide objetar”. La FPFE defiende una regulación de la objeción individualizada, con un registro de objetores secreto y confidencial, que sirva a la gestión hospitalaria para saber “quién compone su equipo”, y que se garantice el derecho a abortar, agrega la ginecóloga. Por su parte, la Asociación de Clínicas Autorizadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), también está a favor de la objeción individualizada y apuesta por la regulación: “Objetar es un derecho y veremos cómo se registra, pero más vale prevenir que curar; hay que impedir que alguien pueda ser objetor por la mañana y que no lo sea por la tarde”, declara el presidente de ACAI, Santiago Barambio.