Desde siempre se ha planteado que la mejor forma de evolucionar es avanzando sin dejar problemas atrás sin resolver, cuando esas puertas abiertas no se cierran, se producen turbulencias que pueden llevar al caos.
Sirva para explicar, lo que desde hace tiempo está pasando en nuestra comunidad. Se publicitan montones de actuaciones en el ámbito sanitario que llenan las páginas de nuestros periódicos, muchas veces incluso no son novedosas sino que refrescan algo anunciado años atrás, pero sirven para hacernos creer que tenemos suerte de pertenecer a una comunidad con alto número de ofertas en prestaciones.
La realidad es que pocos de estos programas y actuaciones acaban cerrándose y quedan enquistados durante años.
La lista es grande y afecta tanto a profesionales como a pacientes, que decir por ejemplo de la tan cacareada receta electrónica con tantos aplazamientos que nadie cree que va a llegar; de nuestro “motor sanitario en la provincia” como es el plan director del Hospital (hay trabajadores que lo empezaron a conocer, por la mitad de su vida laboral y se van a jubilar antes); de la regulación de los puestos de trabajo , unificación laboral , concursos de traslados(el ultimo del 2008 se ha resuelto ahora); la construcción y remodelación de centros de salud , que después de anunciarlas a “bombo y platillo” se quedan en el aire. Hay muchas más.
Pero si hay algo que al ciudadano (poco reivindicativo por otra parte) de nuestra comunidad le está afectando y mucho, aparte de listas de espera, es la atención directa y diaria que reciben que se deteriora, por algo que debería facilitar y agilizar las actividades. La informática en vez de convertirse en elemento de ayuda y modernidad, se ha transformado en tortura para trabajadores y usuarios: equipos anticuados, redes insuficientes, ausencia de historia electrónica conjunta, dificultad de añadir nuevas prestaciones a lo existente (el visado de recetas especiales ha creado situaciones de enfrentamiento en los centros de salud). Es habitual que entre profesionales para calificar la jornada si ha sido buena o mala, el baremo sea si ha funcionado o no el ordenador y mientras los pacientes…. haciendo honor a su nombre.
El defensor del común tiene denuncias de asociaciones de vecinos para que transmita su malestar, la plataforma regional para la defensa de la sanidad pública recientemente creada pretende vigilar y denunciar que las actuaciones de nuestra administración no deriven en la pérdida del derecho de salud para todos.
Antonio Julián (ADSP de Salamanca) También en Salud a Diario