No es lo mismo receta informatizada que receta electrónica.
La primera, igual que la escrita a mano pero hecha con ordenador, tiene como ventajas evitar errores por falta de legibilidad. Además, permite explotar los datos por medios informáticos, lo que ayuda al médico en su trabajo asistencial y desde el punto de vista de la gestión es interesante para evitar fraude y también lo es desde el campo empresarial para conocer mejor el mercado. Se precisa tener ordenador en las consultas con una aplicación informática para ese fin.
La receta electrónica va más allá, permite al paciente recibir su medicación directamente en la farmacia durante el tiempo marcado por el médico sin pasar por el consultorio, aligera la burocracia de la consulta, permite que terceras personas autorizadas, por ejemplo del hospital donde ingresa el paciente, conozcan el tratamiento previo del enfermo, facilita la coordinación de los tratamientos prescritos a la misma persona por distintos especialistas y además permite desarrollar nuevas áreas económicas en la sociedad. Requiere informatizar las consultas y las farmacias, crear una base de datos unificada de pacientes con información sanitaria, poder acceder a la misma desde centros sanitarios y farmacias y una política exquisita de seguridad en la protección de datos que nunca será lo suficientemente segura.
La ministra Ana Pastor, cuando estuvo en Salamanca recientemente, dijo que la receta electrónica se iba a establecer muy pronto. Estará bien, si lo cumple, que en Castilla León estemos entre los primeros en algo.
Concha Ledesma. el Adelanto 22 Noviembre 2003