“Paciente en situación de presiones en el ámbito laboral. Se ruega evaluación psiquiátrica”. Este es el motivo de consulta que aparece en uno de los protocolos de derivación, recibidos diariamente en las Unidades de Salud Mental. Con éstas o similares palabras, el motivo de consulta se repite, con demasiada frecuencia, en estos últimos años. Son personas sometidas a presiones en el trabajo para que dejen éste de forma voluntaria y sin derecho a indemnización, o viviendo situaciones económicas graves por paros de larga duración.
Pero ¿Qué se puede resolver desde un contexto sanitario? ¿Por qué creemos que es patológico sentir malestar o ansiedad ante estas circunstancias? ¿Los estamos viendo como enfermos, en vez de víctimas de una injusticia social? ¿No nos estaremos los médicos, los psiquiatras y los psicólogos, haciendo cómplices de una situación social que estigmatiza y culpabiliza a las víctimas de la crisis?
Esperanza González Marín
4 Septiembre 2015