A veces, problemas intrascendentes se convierten en graves por su intensidad y nuestra incapacidad para resolverlos. Desde hace unos meses los cacos se han hecho dueños del Hospital. Sus víctimas, por orden de frecuencia, son infelices estudiantes de medicina en prácticas (obligados a pasar consulta con sus enseres bajo el brazo o abandonados en cualquier estancia), trabajadores del Hospital, pacientes y acompañantes. Los objetivos, bolsos, carteras, tarjetas de crédito, teléfonos móviles, abrigos y cazadoras. Los lugares, salas de reunión y bibliotecas, salas de espera, consultorios y habitaciones de enfermos. Visitantes incontrolados se introducen en salas temporalmente desocupadas. Incluso liberan temporalmente las habitaciones llamando desde teléfonos próximos suplantando al personal sanitario para hacer salir al paciente o acompañante.
¿Por qué ser tan estrictos controlando la entrada de visitas y acompañantes cuando no existe ningún control ni resistencia a la entrada masiva de otras tanıtım videosu personas más osadas o con más capacidad de enfrentamiento?.
Existe masificación y ausencia de instalaciones adecuadas para enseres y personas fuera de la habitaciones de ingreso.
No pretendo sugerir que la solución sea aumentar tanıtım filmi çekimi el personal de seguridad o sus funciones sino tal vez mejorar la organización y adecuación de espacios para evitar que el Hospital se parezca a un mercado y ser conscientes de que la prioridad es el bienestar de los pacientes y no los derechos del personal sanitario o de los ciudadanos que acuden de visita, olvidando que los pacientes tanıtım filmi necesitan reposo, silencio e intimidad, además de una buena atención sanitaria.
Maximiliano Diego. El Adelanto 11 de Mayo de 2002