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Este sábado han salido a las calles miles de personas en toda España para hacer eco de la actual situación de la vivienda en el país. Aunque este puede parecer un tema ajeno a la salud y, por tanto, no pertinente en un espacio como este, el acceso a un hogar digno es un determinante claro de la salud y un problema de salud pública a nivel mundial.

Claro. Si ponemos el foco en el problema a nivel mundial, sí se entiende que el acceso a una vivienda digna se relacione directamente con la salud, pues automáticamente vienen a nuestro imaginario colectivo aquellas familias que tienen que desplazarse por cuestiones climáticas o de conflictos armados en el hemisferio sur del planeta, y entendemos que, sin un hogar, la salud de esas personas está en peligro por muchos aspectos.

Pero cuesta más enfocar el problema en un país europeo como el nuestro (¡cómo si no existiese el sinhogarismo en España!). Ah, pues también. Si hablamos de personas sin hogar, también es fácil entender la relación de esa situación con su salud, pues muchas veces se asocia con múltiples problemas de salud, sobre todo con consumos abusivos de alcohol y otras sustancias.

Muchos dirán: ¡Qué exagerada eres! Que hayan subido un poco los alquileres y los precios de la vivienda no tiene que ver con las personas que viven en la calle. Puede parecer alarmista, pero quiero aportar algunos datos que estimulen la reflexión:

Cada vez hay más estudios que demuestran que las condiciones del lugar donde vivimos son un determinante de salud fundamental, siendo comparable a otros factores como la obesidad o la hipertensión1,2. Además, la exposición a varios de los factores de vivienda deficiente combinados aumenta de forma acumulativa el riesgo a tener peor salud3.

El barrio y el entorno de la vivienda también influyen en la salud. No sólo por las diferencias en el nivel socioeconómico de los barrios, sino también en múltiples dimensiones de nuestra salud mental4.

Según datos oficiales del INE, en los últimos diez años, el número de personas sin hogar en España ha aumentado un 25%, alcanzando al menos a 28.552 personas en 20225.

El informe FOESSA, elaborado por Cáritas, proporciona datos alarmantes sobre la exclusión por residencia en España. Este informe refleja que el alquiler está empobreciendo a gran cantidad de hogares, y que la población en pobreza severa dedica un porcentaje muy elevado de sus ingresos al pago de la vivienda6.

Referencias:

1.- https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0213911114000818

2.- https://www.diba.cat/documents/7294824/330647106/ViviendaYSalud_Diba.pdf/4c11ec73-d501-6422-a2a3-59a943a258b1?t=1644558983816

3.- https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0091743520300141

4.- https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0020764017744582

5.- https://ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736176817&menu=ultiDatos&idp=1254735976608

6.- Informe-FOESSA-2019_web-completo.pdf

 
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